Arteterapia y GEMMA Máster Erasmus Mundus en Estudios de las Mujeres y de Género

Arteterapia y GEMMA Máster Erasmus Mundus en Estudios de las Mujeres y de Género

     

 

 

Este espacio está destinado con un fin informativo sobre Arteterapia, Creatividad, Multisensorialidad, Trauma y Arte desde una perspectiva feminista. A lo largo del escrito podrán acceder a diferentes fuente bibliográficas de información validadas por la literatura. 

Arteterapia y fibromialgia: lenguajes del cuerpo

Araceli GUIOTE GONZÁLEZ

RESUMEN:

El texto pretende ofrecer una parte de un estudio de investigación, realizado a través de la Universidad de Ciencias de la Educación y Bellas Artes de Granada, sobre una intervención en Arte terapia mediante un estudio de caso, de una mujer, afectada por fibromialgia. Para ello, presentaré en primer lugar, un breve resumen sobre el significado de la fibromialgia. En segundo lugar, expondré el encuadre de los talleres de Arteterapia y en tercer lugar, ilustraré un análisis arteterapéutico del proceso de la intervención del estudio de caso. En el comentario analítico del proceso creativo de la participante, incluiré referencias contrastadas con la literatura reciente, sobre psicoterapias creativas aplicadas a personas que han sufrido dolencias crónicas a través del cuerpo. 

Palabras clave: Fibromialgia, Arte terapia, cuerpos, somatización, psicoterapias creativas. 

https://revistas.ucm.es/index.php/ARTE/article/viewFile/37088/35893

Arteterapia y Fibromialgia: Las Resistencias del Dolor

Araceli Guiote González

RESUMEN 

En este texto, voy a exponer un estudio de caso de una mujer, que sufre de fibromialgia. Forma parte de un proceso de investigación doctoral, en el cual intervienen diferentes instituciones: la Universidad de Ciencias de Educación y Bellas Artes de Granada; Universidad Complutense de Madrid y The Goldsmiths College. La finalidad de la metodología del estudio de caso en este proyecto, es construir estudios de casos con orientación teórica psicoanalítica, que nos permitan entender mejor el síndrome de la fibromailgia y por tanto posibilitar mediante la investigación una mayor eficacia de su tratamiento desde el arteterapia. Así mismo, el objetivo de este artículo, es posibilitar nuevas aperturas de pensamiento, por el cual, poder entender desde enfoques nuevos y poco explorados hasta el momento, un estado de enfermedad que si bien hasta hoy día nada se puede decir a ciencia cierta, sí se puede reflexionar sobre procesos de formación psíquicos que no son únicos en la fibromialgia, sino que, también pueden ser encontrados, la clínica psicosomática y género Palabras clave: Fibromialgia, Cuerpo, Resistencias, Límites, Somatización, Dolor. 

http://revistas.ucm.es/index.php/ARTE/article/viewFile/40774/39082

Arteterapia y Mujer: el cuerpo confrontado con su dolor

Araceli Guiote González

RESUMEN:

En esta conferencia, se abordará desde los enfoques: teoría feminista del arteterapia, género, la clínica psicosomática y el psicoanálisis, estados de malestar que conciernen específicamente al género. Se explorará cómo el hecho de ser mujer es determinante para sufrir procesos de somatizaciones, dolor crónico, enfermedades psicosomáticas y funcionales. Se presenta reflexiones sobre estudios de casos, de mujeres que sufre de fibromialgia y sintomatología afines a otras enfermedades en relación al dolor corporal. El análisis de su estudio se caracterizará por intentar comprender desde el arteterapia dichos estados de enfermedad, más allá de su diagnóstico. Tiene como objetivos: promover la creación de representaciones creativas desde la experiencia del dolor y recoger conocimientos narrativos para relacionarlos con los paradigmas de los enfoques mencionados, y por consiguiente, poder construir estudios de casos con orientación teórica. Se pretende con ello, contribuir a la creación de un cuerpo teórico en la disciplina del arteterapia validado, mediante la investigación; y analizar la importancia del género como determinante de la salud a nivel individual y poblacional, para una efectiva intervención desde el arteterapia. La metodología de los “estudios de casos”. (Yin, 2009: 18) permite llevar a cabo: “una investigación empírica que investiga un fenómeno contemporáneo en profundidad y dentro de su contexto de vida real, especialmente cuando los límites entre el fenómeno y el contexto no son claramente evidentes”. Para (Flybjerg, B, 2004) el estudio de caso produce el tipo de conocimiento procedente del contexto que investiga y permite desarrollar conocimientos virtuosos o crear expertos en la materia, desde reglas extraídas y basadas en los participantes. Se va a presentar con mayor detenimiento un estudio de caso que sufre el síndrome de fibromalgia y colon irritable, y problemas estomacales. Este material forma parte de una fundamentación teórica basada en la práctica arteterapeutica, de una investigación doctoral con mención Europea. En la investigación interviene diferentes universidades como: Universidad de Ciencias de la Educación de Granada; Universidad Complutense de Madrid y Goldsmith College (Londres).

 

http://congresos.um.es/isasat/isasat2/paper/viewFile/28391/13181

Arteterapia como acompañamiento para la construcción y empoderamiento de la subjetividad femenina

Araceli Guiote González

RESUMEN:

Los estudios de subjetividad femenina plantean que la mujer es susceptible de sufrir trastornos psicosomáticos y estados de enfermedad como consecuencia de un modo de sociabilización “normalizado” (valores, creencias, asunciones…), que impide la construcción de los deseos propios y una inhibición del yo, dando lugar a “estados de subjetividad subordinados”. En este espacio se va a exponer por un lado, la aplicación del arteterapia para el tratamiento de mujeres que sufren el síndrome de fibromialgia. Por otro lado, se va a invitar al lector a reflexionar sobre la relación entre acontecimientos traumáticos en la novela familiar del sujeto, la incorporación de los valores dominantes sobre la mujer y el malestar psíquico a través de la expresión creativa. Mediante el recorrido ilustrativo de la producción artística de un estudio de caso, se va a mostrar el arteterpia desde la multifuncionalidad por la que se puede caracterizar, siendo algunas de ellas: la posibilidad del arteterapia como acompañamiento para la creación y la transformación de conflictos emocionales, y la construcción y empoderamiento de la subjetividad femenina. Este estudio forma parte de un proceso doctoral con mención internacional, actualmente financiado por el consorcio para investigadores de la Unión Europea, proyecto EDEN y entre las universidades participantes se encuentran: Granada, Madrid, Londres, e Israel. 

Palabras clave: Mandatos de género, dolor, arteterapia, subjetividad femenina, empoderamiento. 

 

https://core.ac.uk/download/pdf/38817099.pdf

 

Arteterapia y subjetividad femenina:  construyendo un collage 

 Raquel García Casasola y Eva Santos Sánchez.

 

RESUMEN 

Este texto es el resultado de una investigación que ahonda, desde la teoría y la práctica, en el valor que tanto los procesos creativos como las imágenes  plásticas surgidas en un espacio arteterapéutico pueden aportar a un grupo psicoterapéutico de mujeres. Para apoyar la resolución de los conflictos en este grupo se enlazan las teorías de arteterapia, la psicoterapia dinámica y la perspectiva de género. Se muestra cómo se han planteado estas relaciones a través de la exposición de tres casos clínicos que son ejemplos de los procesos psíquicos observados.  

 Palabras clave: Arteterapia, subjetividad femenina, psicoterapia dinámica, grupo terapéutico 

revistas.ucm.es/index.php/ARTE/article/download/37086/35891

 

 

ART THERAPY AND MULTI-INTEGRATION SENSORIAL: 

Applications of Art therapy in the social and 

educational field.  The body and the brain are immersed in a continuous interactive dance. 

The thoughts that are implemented in the brain can induce emotional states in the body, while the body 

can change the landscape of the brain and, in this way, the substrate that sustains the thoughts. 

(Antonio Damasio).

Araceli Guiote González y Ana Moreno Pueyo (05-05-2018). 

 

INTRODUCTION: 

 

 The discipline of Art Therapy is a recognized and incorporated profession within the socio-sanitary system 

with a long history in different parts of the world, such as England, Israel, France, the United States, 

Canada and other countries.  

 

 Artistic activity, by integrating the different dimensions of the human being (cognitive, affective, social, etc.)

 is an important instrument in the development of strategies and resources that adapt to the real needs 

of society. We observe more and more that their therapeutic results act as prevention and improvement in 

different social devices.  

 Because of the inherent value for inclusion and social integration offered by this therapeutic model, we base 

the great utility of Art Therapy within multidisciplinary teams. It is especially powerful in areas where verbal 

language is insufficient; numerous experiences currently being carried out indicate that Art Therapy 

constitutes a form of coadjuvant work of great value. Likewise, art in education and for the community can be 

a way of social inclusion, by helping human development both emotionally and cognitively.  

 

 Through this training, we will value the possible applications of Art Therapy in the social and educational 

fields, as transferable and correctly reproducible tools for professionals who are not dedicated to the field 

of Art Therapy. 

 

GENERAL OBJECTIVES AND RESULTS: 

 

• Experience and understand the potentials and benefits of Art Therapy through practical workshops within 

a group framework. • Acquire knowledge in techniques, proposals and resources in the field of Art Therapy 

to apply within the respective work settings (social or educational). 

• Open new possibilities in the accompaniment process.

• Activate the senses through the creative process in Art Therapy. 

• Understand the different actions based on art with an aim of social integration. 

• Acquire knowledge through Art Therapy to attend the human being in all facets: physical, psychic, social, 

and emotional. 

• Open new ways of self-knowledge and personal development, with both verbal and non-verbal languages.

• Open new possibilities of strategies of information, both verbal and non-verbal. 

• Activate senses through the creative process in Art Therapy.  

• To acquire knowledge about projects based on art, Art-Action and Art Therapy.  

 Inform on how the use of creativity makes us active subjects with capacity for awareness and transformation. 

 

 

METHODOLOGY: 

 

It is a methodology characterized by a process of experiential, relational learning, within a group setting, 

where go from practice to theory.  The development process is aimed at students so they can learn by 

experiencing a simile of a frame of Art Therapy and the different parts of the development of a session so 

they can assess the adaptations each circumstance requires. The workshops will be structured in four phases:

 -Introduction. -Explanation of the proposal.  -Creative process. -Group exposition of the creative experience.  

-The material exposed by the participants will be related to the theorization in Art Therapy.  

 

This is explained below. 

 

CREATIVITY: 

 

ART THERAPY KEYS: CREATIVITY, CREATING PROCESS, PLAY: 

 

As expressed by López and Martínez (2006) in their book Art therapy, the key  elements of Art therapy are: 

creativity, the creative process, and playing. If we look for the definition of the dictionary of the Real Academia

in Spain the term creativity means create, creation. Also, the definition of creation is: “Action to give existence 

to a thing from nothing”.  

 

 In 1950 Guilford, gives a speech entitled «Creativity» in the American Psychological Association, where he 

introduces the concept of creativity for the first time. Since then, a multitude of works and research on the 

subject have been developed. Guilford was the first to refer to creativity differentiating it from intelligence. 

He formulated a theory of creativity, designed a test to evaluate it and differentiated between convergent 

and divergent thinking. The convergent thinking would be that oriented to the conventional solution of

problems, while the divergent thinking is elaborated with singular, imaginative and flexible criteria, and is 

related to creativity.  Nowadays, there are more than 400 definitions of creativity. Perhaps the greatest 

confusion comes from encompassing different terms such as creative personality, creative process, 

creative product and creative context as synonyms included within the definition of creativity. The main 

surprise that we have found has been to verify that the majority of authors define these terms in a very 

subjective way. For this reason, and after reading a great amount of literature on the subject, several 

definitions of creativity have been included in this section, understanding that they may be the most relevant.  

 

Let’s see one by one: 

 

According to Arieti (1993) «Creativity, the prerogative of man, can be seen as the humble human analogy of 

God’s creation, but unlike him, who creates from space and time nothingness, man creates from what already 

exists and is, and modifies it in unpredictable ways. Creativity is one of the main means human beings have 

to get rid of the shackles not only of their conditioned responses, but also of their habitual choices. 

The creative process is a way of satisfying the desire or the search for a new object or state of experience 

or existence, which has a conscious and unconscious motivation». pp. 13  According to Rendón (2009) 

creativity can be considered as «A capacity, and like all capacities it is a structural component of the 

personality that is susceptible to be developed, has neuropsychological bases and social characteristics. 

Human beings share the creative capacity and the skills that compose it; it does not matter if they are children 

or adults or if it is in the field of arts, science, politics or industry. In this sense, all individuals by nature are 

potentially creative, and with experience and knowledge we come to build creative products that meet criteria 

of novelty, to give new solutions for ourselves or for society and to save situations that are presented to us».  

 

To finish, we can highlight that what seems fundamental to creativity is:  

 

«With regard to what is creativity… the most important thing is not so much to know what creativity is, but to 

know how to live it, how to feel it, how to teach it. Creativity must be present in all facets of our lives, even in 

those where we create least; it is a lifestyle. Promoting creativity means creating an atmosphere that promotes 

the capacities of individual freedom, which makes it possible for people to build their own recognition models.» 

López and Martínez (2006, pp.101).

 

 

THE CREATIVE PROCESS: 

 

There are different theories regarding the creative process. One of the best  known is that of Wallas (1926), 

which divided the process into four stages, that is, preparation, incubation, lighting, and verification (cited in 

Monreal, 2000). However, we will follow the theory offered by Jarreau and Paín (1995) since it is one of the 

most recognized professionals within the field of Art Therapy in the division of the creative process. 

These authors divide the creative process into 4 stages:  

 

• Initial phase: It is a variable and conscious period in time in which we face the task. We face the vacuum, 

and doubts and questions arise.  

 

• Search form: It is a period of exploration, where solutions and new ways of reorganizing existing ones are 

sought. There are usually conscious, preconscious and conscious processes.  

• Completion of the realization:Solutions are found. We consider that the work is finished and also the duel 

for what has not been achieved must be established. It is usually a more conscious process.  

• Separation of the work: Stage of distancing the work and assessment of whether it can be shown to the world. 

It is also a more conscious process. We must understand the meaning of a work as a product that can be plastic, 

sculptural, musical, audio visual, drama, dance, writing, etc. 

 

THE PLAY: 

 

 One of the main contributions in this field is established by Winnicott (1991), author of reference in Art Therapy 

and one of the most recognized paediatricians and child psychiatrists of his time. In his theory on play and 

the act of playing, he establishes that the ability to play is linked to creativity, and it is considered as an 

indicator of health.  

 

Following Torres de Beà (2012), among the functions of the play we can highlight:  

 

1. The communication of the child with himself or herself and with the environment. It helps to build 

the inner world and structure the personality.  

 

2. Experimentation and exploration of the world around us.  

 

3. The capacity to symbolize, accepting the needs and desires of the child, allowing him or her to be satisfied 

on an imaginary level, favouring his or her maturation.  

 

4. The elaboration of experiences through the symbolic game that allow the child to express his or her inner 

world, experiences, fantasies, desires and fears, favouring the elaboration of both traumatic and 

pleasurable experiences. 

 

ART THERAPY: 

 

HISTORY OF ART THERAPY: 

 

 In different cultures, civilizations and eras, we observe that artistic and healing activities are closely related, 

the links are clear in terms of music, singing, dances, but they also occur in other artistic expressions.  

 

 It is considered that from the 40’s, a series of circumstances that favour the appearance of a new discipline, 

Art Therapy, took place. This includes techniques of the arts and psychology 

(López, Martínez 2006, Klein, JP, 1997, Ibero-American Forum of Art therapy, 2011). 

Among the circumstances that favoured the appearance of Art Therapy, we can highlight:  

 

1. The birth and development of psychoanalysis, with an interest in the knowledge of the unconscious. 

2. The interest of some psychiatrists for the works of their patients and the psychopathological value of them.  

3. The interest of artists for the artistic production of psychiatric patients, in order to investigate their productions.  

4. The two world wars, with thousands of people with post-traumatic stress and other serious clinical 

manifestations, who needed treatment for the suffering and who could not afford an individual and 

long-term treatment.   

5. Research in the pedagogical field that gives importance to play, imagination, creativity in child development.   

6. The term Art Therapy, in particular thanks to Hill (1942), an artist who spent some time in a sanatorium, 

and who coined the term «Art Therapy» in his book Art as an aid to illness: an experiment in occupational therapy, 

to express the psycho-physical improvement obtained by being able to continue with his artistic process 

in the sanatorium.  

 7. In 1947 Margaret Naumburg, a psychoanalyst, and one of the pioneers of Art Therapy, published 

Free Art Expression of Behavior Disturbed Children as a Means of Diagnosis and Therapy, where she stated 

that «The art therapy process is based on the recognition that the deepest thoughts and feelings of men, 

coming from the unconscious, express in images better than in words” (Naumburg, 1958).  

 

8. In parallel, Kramer (1958), an educational psychologist, expresses the therapeutic value of artistic 

practice in itself.  

 

9. In 1950, the first World Congress of Psychiatry was held in Paris, with the first international exhibition of 

psychopathological art, with two thousand works of patients. 

 

10. In 1961, the first issue of the American Journal of Art Therapy was published, gathering various 

documents on the subject.  

 

11. In 1969, the AATA (American Art Therapy Association) was founded in the USA.  

 

12. In 1973, the Museum of the Images of the Unconscious was created at the National Psychiatric Centre 

of Rio de Janeiro by Dr. Nise da Silveira, which brought together more than 300,000 works. 

 

13. In 1991, the consortium of Universities «The European Consortium for Arts Therapies Education» (ECARTE) 

was founded. It brings together the universities of Hertfordshire, Münster, Nijmegen and Paris, whose purpose 

is to regulate the training courses in the different artistic therapies at European level. It is currently composed 

of 32 members from 14 European countries, and it has been expanding all over the world. 

 

14. In 2006, the Federation of Art Therapy Associations was created in Spain and different Master’s degrees 

were consolidated in Madrid, Barcelona, Gerona, Valencia, Huelva, Seville, Bilbao and Granada. In addition, 

the publication of the Art Therapy magazine Papeles de Arteterapia y Educación Artística para la Inclusión 

Social is edited by the Complutense University of Madrid, and it continues to be published nowadays. 

 

DEFINITION OF ART THERAPY: 

 

 

…Art accompanies us in this journey inwards, towards our sensations, emotions… putting ourselves in contact

 with ourselves and with our life history in a fairly direct way. Art can also accompany us in the journey 

outward in the expansion, as a form of positive expression, as a way to liberate and transform creatively. 

Our expression in this therapeutic and creative work can take any artistic medium as a channel of expression. 

Montore and Moreno (2004). 

 Below, there are two definitions of Art Therapy chosen as the most representative and consensual 

in the health, educational and social fields:  

 

«Art therapy is a specific work path that uses the process of creation through artistic language to accompany 

and facilitate psychotherapeutic processes and promote bio-psycho-social well-being, within an informed 

therapeutic relationship and assent to those persons and/or group of people who require it, is based on the 

therapeutic potential of artistic creation within an appropriate framework, with the aim of promoting dynamics

of transformation on personal and social training, expressive and creative development, change of subjective 

position and, where appropriate, symptomatic elaboration.» (Spanish Association of Art Therapy, 2004).  

 

Recently a multidisciplinary artist, writer, and one of the most experienced professionals in the international 

university setting has defined Art Therapy as:   

 

«…a form of Psychotherapy that uses the creative process, the artistic means; that is, the image, its 

derivatives and the power of expression, which together with the notion of link, have a central significance in 

the process and therapeutic relationship. The person immersed in the process of transformation responds to 

the work created through a reflection and insight that increase his or her personal development, points to the 

appropriation of the unconscious contents placed in visibility and, consequently, to the overcoming of 

emotional conflicts of very diverse nature. In this sense, Art Therapy co-relates non-verbal artistic expression 

with verbal expression and the symbolization of experience; what constitutes a true example of art-science. 

A science of images the same or beyond the description of the verbal». (Malpartida, 2011). 

These two definitions of art therapy relate in:  

• The use of artistic mediators. The importance of the image as a way of recording emotions, memories, 

pre-verbal and verbal traumatic situations recorded in the unconscious.  

• Encouraging and supporting the healthy part of the person, not only from their difficulties, but also from his 

or her resources and capabilities.  

• Recognising the ability to transform difficulties and conflicts through the creative process.  

• The use of verbal elaboration, but without being considered fundamental as in other types of 

therapeutic techniques.  

• The importance of the link between the professional and the user. 

 

¿Quién es Shirin Neshat? En este video podréis conocer a una de las artistas más comentadas, analizadas 

y discutidas en las últimas décadas.

 

 METRÓPOLIS presenta  un programa monográfico sobre Shirin Neshat, artista de origen iraní y residente en Nueva York. 

En 1974, a los 17 años, Shirin Neshat partió de Irán para estudiar arte en Estados Unidos. Debido a la Revolución Islámica 

de 1979, no pudo volver a su país natal hasta 1990. Los cambios que se habían producido allí le causaron un fuerte

 impacto y la inspiraron a retomar su carrera artística. Con «Mujeres de Alá» (1994-1997), una serie de fotografías en 

blanco y negro que retan los prejuicios de Occidente sobre la mujer islámica, logró el reconocimiento casi inmediato 

del mundo artístico.

http://www.rtve.es/television/20100329/shirin-neshat/325756.shtml

 

BIBLIOGRAPHY

 

 

 

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 -Revista Complutense: Papeles de arteterapia y educación artística para la inclusión social 175 Vol. 4/ 2009 

(págs: 159-175) ISSN: 1886-6190 Sol Martínez Arteterapia con niños en edad preescolar 

Ediciones Hormé S.A.E. 

 -http://www.psychologytoday.com/blog/the-healing-arts/201002/the-ten-coolestart-therapy-interventions 

 

 ON LINE:  

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http://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/10794/LopezMartinez.pdf? Asylum: www.asylumonline.net/ 

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 WEBGRAFÍA:

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Webgrafía:

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Cuerpo, memoria emocional y sentimiento de seguridad ¿Cuál historia «recuerda» el cuerpo? 

Publicado en la revista nº026 Autor: Wolfberg, Elsa:

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Resumen:

Las emociones son los conductores, a través de lo sensorial, lo visceral y lo propioceptivo, de regulaciones intercorporales en el apego en la díada madre–hijo, en los comienzos de la vida. Este vínculo de apego se 

continúa en parte en el psiquismo del adulto al interiorizarse la representación del objeto regulador.

Sin embargo, la necesidad de contacto sensorial y propioceptivo es inextinguible puesto que éste es portador 

de sutiles regulaciones que activan o inhiben funciones fisiológicas en improntas corporales no conscientes 

que recorren los mismos circuitos que las emociones.

Esto provee cierta respuesta de por qué una pérdida puede desencadenar desregulaciones somáticas.

Cuando ese apego no fue satisfaciente, el sujeto queda librado a la repetición mecánica de sensaciones que lo calman, no lo satisfacen. Se propone la observación y utilización de las sensaciones corporales tanto del

paciente como del terapeuta, indicando trabajo corporal con los primeros, sobre todo ante una pérdida, a 

efectos de re-unir lo sensoriomotor con lo biográfico.

Introducción:

Diversas investigaciones y trabajos, (Winnicott, 1975, Wolfberg, 1993), se refieren a la intersección entre los 

procesos biológicos y la biografía, tratando de salvar el abismo categorial entre lo psíquico y lo somático. 

Tratamos de evitar esos cuerpos sin psiquismo o esas mentes incorpóreas que flotan en la nada, producto del tabicamiento entre las disciplinas, aunque huelga reconocer que cada una de ellas tiene sus propios sistemas conceptuales que pueden entrar en relaciones de co-variancia. El camino de frontera es apasionante, allí se intersectan la fisiología y la biografía, dando seres e historias psicosomáticas singulares. Dice Freud en 

“El yo y el ello” (1923) “El yo en última instancia es derivado de sensaciones corporales, principalmente 

de aquellas que nacen en la superficie del cuerpo…”

 Esta presentación constará de 4 partes:

1- Cuerpo, emoción y memorias. Importancia de lo propioceptivo (sensibilidad alojada en los tejidos 

musculares, articulares, laberinto, etc, que intervienen en la regulación de la postura, la posición en el espacio, 

etc.), lo sensorial (órganos de los sentidos) y lo visceral (vísceras y órganos) en la emoción, la memoria 

emocional y en el estilo de apego.

2- Regulación de las funciones corporales en los vínculos de apego. Los trabajos de Hofer (1996) acerca 

de las regulación de las funciones corporales en vínculos de apego dan cuenta de que lo propioceptivo, 

lo sensorial y lo visceral conduce y produce regulaciones intercorporales en la díada madre-hijo, aportando 

o no al sentimiento de seguridad, y luego se trasforma en buena parte (no del todo) en regulación 

intrapsíquica vía representación en la vida adulta de la relación con el objeto regulador.

3- ¿Cómo interviene el cuerpo en la construcción del sentimiento de seguridad?

4- Necesidad de continuidad de contacto sensorial y propioceptivo en la vida adulta para sostener el 

sentimiento de seguridad.

5- Abordajes no verbales: ¿cómo llegar a esas memorias que no tienen palabras?

 

 1- Cuerpo, emoción y memorias

La mente y el cuerpo aparecen comprometidos en la emoción, que pareciera coordinar ambos. 

La emoción organiza la percepción, los pensamientos, la memoria, la fisiología, la conducta y la interacción 

social. Cuando una persona tiene miedo, es más fácil que codifique los estímulos como temibles o 

tranquilizantes, que asocie el recuerdo de situaciones peligrosas, que tenga pensamientos intimidantes y 

reacciones fisiológicas de alerta. En el sentido más elemental, las emociones organizan respuestas a 

estímulos gratificantes o adversos, por ejemplo: ante una separación, un niño organiza una conducta que 

desencadena una respuesta confortante de la figura cuidadora (Pally 2000).

La figura de apego modula las emociones y aquí entran factores culturales.

Por ejemplo: frente al hijo, cuando se cae y llora, madres irlandesas y madres judías evalúan de 

modos diferentes ese dolor.

•         Prevalentemente, la madre irlandesa le infunde valor y no se hace mucho eco del llanto. 

El niño aprende a contener solo el dolor. ¿Se vuelve más seguro si comparte ese valor?

•         En la madre judía, el llanto resuena de otro modo, desde otros valores, por lo cual se conduele y se aflige. 

¿La seguridad de ese niño necesitará un umbral más alto para el dolor?

En 1926, Freud subraya que la forma de la descarga psicomotora en el niño 

(expresión de las emociones, llanto), sirve para una función comunicativa que al comienzo no es intencional, 

pero que tiene como efecto despertar en el adulto la acción específica para satisfacer la necesidad, deviniendo intencional después.

La emoción es procesada independientemente del pensamiento consciente, es no consciente en el sentido neurológico y también puede serlo en el sentido psicoanalítico.

Claparede, neurólogo, en 1911 hizo la siguiente experiencia con una paciente que tenía lesionado el 

hipocampo, sede de la memoria explícita (consciente). Cada vez que veía a la paciente, tenía que volver a presentarse, puesto que ella no tenía registro de conocerlo. Un día puso una chincheta en la palma de su mano 

y al saludar a la paciente, ésta retiró la mano por el dolor. A la vez siguiente, tuvo que volver a presentarse 

puesto que ella no lo conocía, pero en el momento de darse la mano, ¡ella la retiró! Esto significa que aunque 

no lo recordaba conscientemente (hipocampo lesionado), tenía una memoria corporal impresa en alguna parte, 

inconsciente y eficaz.

Esas memorias son la procedimental y la emocional, no accesibles a la consciencia. La memoria procedimental comprende la memoria de preparación (priming memory), que reconoce los estímulos recientes y es una 

función de las cortezas sensoriales, los estados de ánimo que envuelven la amígdala, la formación de nuevos 

hábitos motores y cognitivos en el neoestriado y el aprendizaje de conductas motoras que dependen del 

cerebelo. Según Kandel (1999), el inconsciente no reprimido se ubica en esta memoria procedimental 

y esto explica la respuesta de la paciente de Claparede, que adquirió un condicionamiento no consciente.

La memoria emocional según Damasio (1994) y Nadel (1992) se procesa sobre todo en la amígdala y en la 

corteza órbitofrontal, aunque hay otros centros de evaluación de estímulos con los que está interconectada.

Esquemáticamente (ver esquema 1), hay dos circuitos por los que los estímulos emocionales pueden 

transitar tras su evaluación en la amígdala: pasar o no por la corteza órbitofrontal y el hipocampo. 

Si toman este circuito serán conscientes, si no, serán no conscientes. Ambos envían mensajes al hipotálamo 

y la base del cerebro que, a su vez, activan los cambios corporales de la emoción: respuestas endocrinas, 

autónomas y conductas musculoesqueléticas. Estos cambios, a su vez, vuelven al cerebro y quedan 

representados como parte de la experiencia. No se sabe aún qué estímulos van por una vía o por otra. 

El hipocampo no sólo ejerce un rol en la memoria consciente, también regula la activación emocional. 

Todas estas respuestas hacen al circuito emocional que incluye tanto las respuestas reflejas como los 

matices de la memoria emocional.

 Los cambios corporales que acompañan la emoción son los que le dan a la emoción su particular calidad. 

El cerebro los percibe como sensaciones.

Lo propioceptivo está en las conductas músculo esqueléticas, la expresión facial, las entonaciones de la voz.

La memoria no declarativa, implícita (Nadel, 1992) es la memoria para aquellos aspectos de la experiencia 

que no son conscientemente procesados, esto quiere decir que pueden ser almacenadas experiencias 

que el sujeto no sabe que ha tenido (circuito no consciente) (por ej. plegarse a modos familiares o sociales 

donde “la vida es así “ o impronta de experiencias corporales antes de la maduración del hipocampo). 

Incluye:

La memoria de preparación (priming memory) para recordar palabras, sonidos, formas y tamaño, a partir de fragmentos consiste en centros perceptuales presemánticos en la corteza perceptual. Lo visual, lo auditivo, 

lo táctil, etc. operan en áreas distintas y por separado. Estos primeros efectos de la preparación (priming), 

pueden ser muy duraderos en el tiempo aunque hayan ocurrido una sola vez. Es una de las sedes de registro 

de experiencias corporales.

La memoria emocional es el aprendizaje condicionado de respuestas emocionales, mediadas por la amígdala. 

La activación de la amígdala provoca cambios en el sistema nervioso autónomo, tales como frecuencia 

cardiaca, motilidad gástrica y vasodilatación, que acompañan toda emoción. Le Doux (1998) describe que los cambios de estas reacciones quedan almacenados en otra parte que los detalles fácticos del evento. 

Otro autor, Schacter (1996), sugiere que la memoria implícita determina la elaboración artística y cita a una

pintora que, tras un incendio en su casa, continuó pintando por muchos años fuego, aun no conectándolo conscientemente con su experiencia.

La memoria procedimental -destrezas, hábitos y rutinas- es para las habilidades y hábitos motores, 

perceptuales, y cognitivos. Reside en los ganglios de la base. En pacientes amnésicos, esta memoria 

permanece.

Cada memoria es procesada en un circuito cerebral diferente y pueden estar desconectadas entre si.

En los primeros tiempos del desarrollo, la memoria explícita es escasa por la inmadurez de las conexiones 

corticales del hipocampo, mientras que la memoria Implícita está bien desarrollada porque los ganglios de 

la base y la amígdala lo están (Joseph, 1996). Esto sostiene la existencia de la memoria implícita de las 

experiencias infantiles inconscientes, miedos, síntomas somáticos, patrones de interacción de la relación 

materno-infantil.

Un ejemplo es lo que pasa en situaciones traumáticas: lo explícito se recuerda incompletamente en el 

síndrome postraumático, pero quedan retenidas en la memoria emocional las sensaciones físicas y las 

emociones asociadas (ej. violación en la infancia: activación posterior por alguna asociación indirecta del 

recuerdo de lo ocurrido y, por otro lado y en distintos momentos, sensaciones somáticas y altas angustias,  

como si ocurriera algo grave en ese momento, que no relaciona con aquel: disociación).

Hay perturbaciones de la memoria en casos de trauma:

•         Emociones muy estresantes: trauma, abusos, pérdidas intensas dañan el hipocampo (más secreción de cortisol)

•         Los flashbacks son esquirlas, memorias no conscientes del trauma sin localización ni ubicación 

temporal en el pasado, que es función del hipocampo.

•         Frente a algo conectado con lo traumático, el sujeto siente emocionalmente como si fuera presente.

•         Es de gran importancia terapéutica el reanudar el circuito consciente a través de la palabra, para 

recolocar en el pasado.

 O sea que se imprimen en el cuerpo “recuerdos “ de experiencias corporales sin correlato semántico por 

no haber podido ser consolidadas en un hipocampo insuficientemente conectado a la corteza, inmadura ésta también, o por estar disociados de la misma.

Un ejemplo desconcertante de la memoria implícita es la situación del miembro fantasma que, por lo intenso 

de su inscripción en el esquema corporal, causa dolor en ausencia y además esto es necesario para que 

esa persona pueda usar una prótesis, o sea tener esa memoria sensible para poder ejercer la función.

Otro ejemplo son los PAC: procedimientos auto-calmantes (Smadja 1993), que desarrollaré después.

 

2- Regulación de las funciones corporales en vínculos de apego

Lenguajes no verbales

Bowlby plantea que el niño indefenso mantiene con su cuidador un sistema de patrones de respuestas 

emocionales y conductuales que constituyen el sistema de apego, sistema motivacional congénito, que 

organiza los procesos de memoria del niño y lo lleva a buscar la proximidad con la madre. La respuesta 

parental puede reforzar estados emocionales positivos y atenuar los negativos dando protección, y esta 

experiencia se codifica en las memorias procedimental y emocional como expectativa de ayuda que le da al 

niño sentimiento de seguridad.

En los 2 ó 3 primeros años es en estas memorias que esto se sostiene. 

La explícita declarativa se desarrolla más tarde, no hay represión ni amnesia, hay no maduración aún.

¿Qué pasa en los vínculos de apego (Bowlby 1990) con las emociones?

En el apego priman las conductas no verbales: lo gestual, la mímica, la prosodia vocal, o sea el tono, 

la cualidad, el ritmo del habla, la postura, es decir los elementos músculoesqueléticos y viscerales de la emoción.

Entonces, el apego no es sólo un mecanismo psicológico, es también un fenómeno biológico.

Lo interactivo se traduce en patrones sensoriales. Según los estudios de Hofer (1996), el apego acarrea 

respuestas fisiológicas de distress a la separación, de confort en el encuentro y

resulta del entonamiento materno a las necesidades afectivas y biológicas del bebé. Hay una homeostasis supraindividual porque madre y bebé se regulan recíprocamente. En los mamíferos, los factores maternos específicos que regulan funciones del bebé son la leche que regula la frecuencia cardiaca, el contacto táctil 

(lamer, pegar) que regula la temperatura y el nivel de actividad, la estimulación vestibular a través del 

acunamiento que regula la conducta motriz normal y la adaptación emocional.

En la separación, la termorregulación, la frecuencia cardiaca y el nivel de actividad en el bebé disminuyen, 

también, el crecimiento y el sueño (Hofer 1996).

 Schore menciona investigaciones que dan cuenta que, en el contacto, el cuerpo de la madre sostiene la 

regulación del sistema inmunitario del niño y sus fallas se relacionan con fallas en la relación de apego.

 Las madres también se desregulan en la separación: Brazelton y Cramer(1991) mostraron que madres que retomaron sus trabajos dentro del año posterior al nacimiento de su bebé, tuvieron niveles más altos de 

disfunciones fisiológicas que las madres que podían quedarse con sus bebés. Además, los hijos de las 

primeras tenían una más alta incidencia de infecciones en su infancia.

Se une el apego con las regulaciones biológicas de la relación madre hijo dando un modelo psicobiológico 

de las relación cuerpo- mente-entorno.

Hofer (1996) plantea que en las díadas adultas hay también una regulación recíproca de funciones. 

Cuando un consorte muere, además de la tristeza en la postura y rostro, puede haber desregulación de 

sistemas biológicos tales como el cardiovascular, inmune y endocrino, dejando al otro consorte mas 

susceptible de enfermar o morir.

O sea, habría interacciones corporales “escondidas” que se cortan y desencadenan fenómenos no sólo 

afectivos sino también corporales. La separación está mediada, entre otros elementos, por los receptores a la

BDZ (benzodiacepinas) en la amígdala, y las endorfinas median los efectos del encuentro y apego, pero es 

de suponer que la memoria emocional implícita opera como testigo de lo que no hay y exacerbando la falta.

La deprivación de contacto corporal aun en el adulto puede tener efectos como los arriba mencionados, 

cuyas vías se están estudiando intensamente. Un ejemplo son los estudios del Touch Research Institute en 

Miami (USA) que prueban que las caricias activan el sistema inmunológico, que como es sabido por la PNIE (psiconeuroinmunoendocrinología) (Bonet y Lucchina 1995), tiene conexiones con el sistema nervioso y el 

sistema endocrino vía neurotrasmisores, citoquinas y hormonas entrecruzadas en red.

Hoy en día estas nociones se usan terapéuticamente en el tratamiento en bebés con retrasos de crecimiento. 

Se ha visto que acariciando a menudo a los bebés (Kuhn 1991) estos tienen un 50% más de crecimiento 

corporal y de diámetro craneal que un grupo control de bebés con cuidados estándar. También para el 

tratamiento del estrés se ha visto que es un coadyuvante en tanto reconecta al sujeto con su cuerpo, 

que es el modo en que podrá regularse al tener mayor conciencia de sí.

No sólo a través del contacto directo los cuerpos generan efectos eficaces; también está el

entonamiento empático que pasa por la equiparación espontánea de las expresiones faciales, del tono y de 

las conductas. Experimentos muestran que los adultos igualan espontáneamente una serie de códigos 

posturales de ritmo y tono de voz (eso tiene que ver con lo propioceptivo) con lo cual reproducen dentro 

de sí estados semejantes: eso es el entonamiento empático del cuerpo y sus posturas y se procesan en la 

misma zona del cerebro: corteza órbitofrontal y amígdala, que la memoria emocional y la memoria procedural.

Lo que los hallazgos neurocientíficos de Damasio (1994) aportan es que la comunicación no verbal puede 

jugar un papel tan importante como la comunicación verbal, influyéndose recíprocamente a través de claves 

no verbales de emoción, en sensaciones corporales, imágenes, pensamientos, conductas: expresiones 

faciales, gestos, posturas, y cambios autónomos como por ejemplo rubor, boca seca, palpitaciones, etc. 

Pensemos en los lectores de caras, esos descifradores de códigos potentes donde una ceja levantada o 

un rictus provoca en el sujeto una respuesta de miedo o de cólera, con acidez gástrica por ejemplo, según el significado que tenga para él ese vínculo. Por otra parte, están las escuchas de los matices de voz: basta una entonación un poco más fuerte, o más rápida, o más grave, aunque el contenido no se correlacione, para 

que un hijo pueda saber que su padre está violento y tener taquicardia.

Ni hablemos del silencio.

Esto también ocurre en la relación analista-paciente y, como diría Searles (1986), que se dedicó a observar 

sus sensaciones corporales y las de sus pacientes, esto son datos de vital importancia y las neurociencias nos 

aportan el conocimiento del papel desempeñado por el cuerpo en la interacción.

 La pregunta central es: ¿cómo las sensaciones de contacto corporal y de regulación de funciones de las 

épocas tempranas, devienen memoria corporal y luego se incorporan en forma de representaciones mentales, 

que determinan las respuestas adultas? Las representaciones mentales son aquello del objeto que se 

inscribe en sistemas mnésicos y se hace pensable. La representación de palabra es el resultado de la 

asociación de una imagen verbal y una imagen mnésica que gracias a eso puede adquirir la cualidad 

específica de conciencia.

¿Cómo se trasforma el mapa corporal, con sus sensaciones e improntas fisiológicas, en un partícipe de la biografía?

Por otra parte, ¿es completa la transformación de la necesidad de contacto corporal con todos los desencadenamientos sutiles e inadvertidos de efectos fisiológicos, en representaciones?

 ¿O debemos legalizar que siempre necesitamos el aporte del contacto con un otro?

¿Son las representaciones la cumbre de la evolución psíquica o esa cumbre debe ser compartida con la 

capacidad de procurarse cercanía con otros seres?

 Una respuesta que intenta Hofer (1996) es hablar de la memoria de las primeras interacciones que luego 

cambian de nivel en la regulación: desde el nivel de lo sensoriomotor a un nivel  cognitivo superior de 

respuestas adquiridas, predisposiciones, expectativas y trazas mnésicas cercanas al modelo del mundo 

representacional. Aquí pareciera que ambas memorias -declarativa e implícita- se articulan y aparecen los 

contenidos semánticos de la memoria explícita. Esto se adquiere por aprendizajes asociativos entre las 

interacciones reguladoras tales como la alimentación, calor, y los patrones olfativos,  auditivos, y visuales 

que se convierten en señales que evocan a la madre y despiertan la expectativa de encontrar ciertas 

interacciones conductuales posteriores y sus consecuencias neurobiológicas semejantes.

Con la experiencia, estas expectativas se convierten en esperanzas y memorias que resultan en apego a representaciones de objeto.

Bowlby describe que si hay separaciones prolongadas la desesperanza reemplaza a la protesta.

“El estrés temprano en la vida producido por la separación del infante de su madre produce una reacción 

en éste que es almacenada primero en la memoria procedural, el único sistema bien diferenciado con que 

cuenta el niño en los comienzos de su vida” (Eric Kandel 1999).

En el humano se activa el eje HHA (hipotálamo-hipofiso-adrenal), tal vez por un aumento del CRF 

(factor de liberación cortical) en hipotálamo por el estrés. A raíz de éste aumentan los glucocorticoides 

que lesionan el hipocampo y, por ende, provocan daños a la memoria consciente, quedando la experiencia inconsciente. Algo semejante ocurre en la depresión.

Efectos duraderos

La hipersecreción de CRF en los comienzos de la vida da una vulnerabilidad posterior a la ansiedad y 

depresión ya que se modifica la expresión génica. (Cuando se inyecta CRF en el sistema nervioso de mamíferos, tienen síntomas semejantes a la depresión: pérdida de apetito, del sueño, de libido, etc.).

Los cambios perdurables en las funciones mentales implican una alteración en la expresión de los genes, 

cambios en el patrón de conexiones entre neuronas y/o crecimiento o disminución de las conexiones 

sinápticas que,  por consiguiente, producen cambios en el cerebro.

Tanto los psicofármacos como los cambios en las representaciones internas inconscientes en los 

pacientes en tratamiento psicoterapéutico son beneficiosos aun sin alcanzar la consciencia, ya que operan 

a través de mejorar los estados emocionales y se imprimen en la memoria procedimental y emocional.

El hecho de que ante la pérdida de objeto haya respuestas no sólo afectivas y fisiológicas (cambios en el 

apetito, la menstruación, el sueño) sino que también puedan derivar en afecciones inmunológicas, 

cardiovasculares o endocrinas, da idea de la relación entre la regulación biológica y las representación 

del objeto perdido y de que esa transformación no fue completa, quedó la literalidad del contacto como algo imprescindible sin el cual en el duelo hay un escape en más y en menos de las regulaciones, algunas 

funciones se inhiben, otras se disparan.

 

3- ¿Cómo interviene el cuerpo en la construcción del sentimiento de seguridad?

-Lo sensorial y lo propioceptivo que dan noticia al sujeto de su estar en sí, son la base del sentimiento 

yoico del ser y forman parte de la construcción del sentimiento de seguridad.

Si a esto se suma: a) la expectativa de ayuda, consuelo y protección satisfecha, que da sensación de ser 

querido, acompañado de un lenguaje no verbal de la figura de apego, coherente y afectivo;

 b) el funcionamiento de la homeostasis supracorporal por contacto y entonamiento empático de la 

figura de apego con las necesidades fisiológicas y afectivas del niño, y cómo toma la madre las respuestas 

de éste, aportan seguridad si hay una adecuada modulación de lo emocional; 

c) un acunamiento satisfaciente, no calmante,  se va logrando la necesidad de contacto y entonamiento 

empático a lo largo de la vida, y entonces se sostendrá el sentimiento de seguridad, también relacionado con

 la salud corporal.

Un ejemplo de fallas en este camino de trasformar el contacto primario en otros caminos, son los 

procedimientos autocalmantes (PAC) (Smadjá (1993); Schwecz (1995), búsqueda de movimientos 

(sensibilidad propioceptiva), actividades y percepciones sensoriales a modo de autoacunamiento que 

la memoria implícital conservó y que repite en situaciones de desvalimiento y/o angustia.

¿Qué pasa cuando experiencias primarias quedan impresas de tal modo en el nivel propioceptivo y sensorial 

que no cuajan en un sentimiento de seguridad de sí? ¿Qué pasa cuando el otro humano no imprime en ese 

período primero su impronta cálida y satisfaciente y lo hace de un modo mecánico y hostil?

Fain (1971) lo describe bien en las experiencias de acunamiento satisfaciente que, si son amorosas y 

empáticas, proporcionan al sujeto la base profunda para sentirse a cubierto de vivencias de desamparo 

y desborde; y, si son distantes, mecánicas y calmantes dejan al sujeto en estado de eterno buscador 

de estímulos para proveerse de algo que no sabe que busca y que le es imprescindible para su sentimiento 

de sí. El acunamiento estimula la función vestibular y, junto con la sensibilidad propioceptiva, contribuye al 

equilibrio y al sentimiento de sí.

Calmar no es satisfacer, son dos sintonías distintas y abren dos caminos también distintos: la respuesta satisfaciente conduce a incorporar una representación vincular de sostén; la respuesta calmante conduce a movimientos mecánicos de descarga. Esos son los PAC: caminar hasta el cansancio, manejar rápido, 

escuchar música hasta el aturdimiento, aporrear el piano en vez de hacer música… 

Todos tenemos PAC: garabatear durante una conversación telefónica, hacer gimnasia para aliviar algún pesar, 

etc.

Con los PAC, el sujeto muestra que no puede apelar a registros simbólicos, mnésicos y afectivos de 

vínculos con otras personas, vuelve a la cita de ese mecimiento y esa prosodia

sin afecto ni semantización que se ancló en sus primeros archivos, esa memoria procedimental.

Smadja(1993) y Schwecz (1995) lo describen como movimientos de defensa repetitivos, motores o 

propioceptivo-sensoriales frente a vivencias traumáticas de desvalimiento, que denotan el fracaso de 

representarse psíquicamente la presencia de un objeto consolador y auxiliador. Si bien esto es cierto, 

yo diría que el fracaso también está en no poder buscar un objeto real que ayude, consuele y abrace. 

Fracaso de una función materna que no pudo auspiciar en ese niño la instauración del juego del carretel,

ese juego por el cual el niño puede reproducir la ausencia-presencia sin comprometer su equipamiento corporal 

para salir del infierno de la ausencia.

Ese bebé desamparado que fue, sigue estando atemporalmente en el cuerpo del adulto, alojado en alguna 

parcela de la memoria emocional inconsciente, con el recurso de lo motriz que no pudo trasformar en juego y 

contacto.

 

4- Necesidad de continuidad del contacto sensorial y propioceptivo en la vida adulta

Los ejemplos de la necesidad de contacto los da el objeto transicional, cuya materialidad sensorial 

Winnicott (1975) no dejó de subrayar, aunque describe un tránsito desde el objeto regulador concreto hasta su 

incorporación como función psíquica. Lo que sucede es que no solamente queda reemplazado por el juego 

y luego por los otros elementos transicionales; el contacto corporal continúa de distintas maneras y el 

sujeto regula de otros modos también su angustia de separación, pero siempre contacto mediante.

Otros ejemplos son la espontánea adhesión de muchas personas a vivir con animales, hecho que también 

se usa terapéuticamente. Otras personas, en especial las que viven solas, van a la peluquería, a masajes, 

a que alguien las toque. Quiero decir, no sólo son pulsiones narcisistas o erógenas las que se satisfacen, 

también están imbricadas las de autoconservación. Las pulsiones de autoconservación quedaron incluidas 

en las pulsiones libidinales y no debiéramos desintrincarlas en nuestras concepciones teóricas. 

Los analistas nos olvidamos a veces de las prosaicas pulsiones de autoconservación, que en nuestros 

tiempos hablan el lenguaje de la PNIE (Bonet y Lucchina 1995 ) y las neurociencias, en el sentido de 

la regulación interactiva de los sistemas y funciones vitales. El cuerpo, que somos nosotros, 

también satisface en lo erógeno sus funciones vitales.

 

5- Abordajes no verbales: ¿cómo llegar a estas memorias que no tienen palabras?

¿Cómo internaliza el paciente una función regulatoria en la relación terapéutica? 

¿Cuánto toma el paciente de la disponibilidad afectiva del terapeuta para construir otras nuevas 

internalizaciones que le permitan manejarse mejor con sus expresiones disfóricas de afecto?

Hay muchos trabajos que dan cuenta de que las internalizaciones por parte del paciente de la benigna 

influencia de las representaciones cognitivo-afectivas del terapeuta, relativamente estables, constituyen una experiencia emocional diferente, un crecimiento del self y una auto regulación autónoma. 

La emergencia de estas capacidades da cuenta del desarrollo de estructura psíquica en el paciente.

 Recodificar estructuras emocionales no verbales es la meta teórica del tratamiento psicoanalítico profundo, tendiendo a cambios estructurales donde se sienta al mundo de una manera diferente, no sólo 

comprendiendo los impulsos sino conduciéndolos de forma diferente. Se traduciría en la reinscripción 

de conexiones de corteza frontolímbica derecha, que median el alerta emocional (Schore 1994).

 Es necesaria, en la contratransferencia, una disponibilidad empática, observando y captando la 

comunicación no verbal y auspiciando, tanto paciente como terapeuta, la percepción sensitiva de las 

sensaciones corporales, estando atentos a captar en un sueño alguna huella para, conjuntamente, 

dar significado a las fallas impresas en la sensibilidad profunda y posibilitar de esta manera 

la integración de lo sensoriomotor con la biografía que le corresponde, sobre todo si se descubren 

experiencias traumáticas de alguna naturaleza.

No es sólo importante lo verbal , lo es igualmente la prosodia, las transacciones visoafectivas que 

comunican al terapeuta con el paciente. No registrar estos signos es empobrecer el entendimiento profundo 

del proceso diádico terapéutico.

El afecto inconsciente es el foco del análisis de los desórdenes emocionales primitivos. 

El terapeuta entona con los estados emocionales del paciente y esto permite una alianza de trabajo en un 

campo intersubjetivo en el cual los afectos positivos pueden ser inducidos y amplificados en la díada 

terapéutica. Y este espejamiento permite explorar, en ese apego afectivo, el mundo interno del paciente y los 

sentimientos negativos.

En personas con pérdidas y depresión estaría especialmente indicada la actividad corporal, para propiciar 

el no aislamiento y el que esta persona pudiera apelar a sus seres próximos para sostener un contacto corporal 

afectivo y consolador, no sólo verbal.

Consecuentemente con lo expuesto, el abordaje corporal directo sería un aporte necesario, articulado en 

una tarea de interdisciplina y conexión “satisfaciente”, no “calmante”. Esto alude a una interacción profesional específica con un eutonista que también maneje técnicas de Feldenkraitz y de gimnasia consciente y tenga la habilidad de estimular la improvisación y la creatividad corporal. Sería un modelo de encuadre no habitual, 

donde la información de lo vivido en la actividad corporal sería integrada en el procesamiento global de las experiencias del paciente. El modelo sería recorrer el camino nuevamente, desde lo motor a lo biográfico, procesamiento emocional mediante.

Ejemplo: Una paciente en terapia, con apego evitativo, reservada en sus sentimientos y con dificultad de 

abordar planos profundos en la intimidad de sus vínculos, hizo una experiencia de eutonía y conexión 

sensible con su cuerpo. A propuesta de la eutonista hizo uno de los ejercicios -doblarse sobre sí misma 

en posición fetal en el suelo- y sorpresivamente le subió a la garganta un llanto incoercible que duró 

horas y cuyo significado pudo descifrar recién en la sesión. Nunca hasta entonces había “sabido” 

cuánto anclaje tenía en su cuerpo una experiencia de soledad y desconexión que previsiblemente ocurrió 

durante el embarazo y los primeros tiempos de su vida, a raíz de la muerte de su abuela un año antes de 

nacer ella. La madre tenía un intenso apego a su propia madre y quedó inconsolable. La paciente lleva el 

nombre de esa abuela. Esto da la medida del duelo de la madre, de la añoranza de la paciente de lo que 

no fue, del dolor de no haber podido convocar intensamente a una madre triste y en duelo. 

También dio la posibilidad de cambiar en la terapia el signo de su nacimiento y abrir senderos para sus 

anhelos de proximidad.

Esquema 1

BIBLIOGRAFÍA

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Trauma y Arte (I)

 

Nora Levinton Dolman

 Arteterapia. Papeles de arteterapia y educación para inclusión social ISSN: 1886-6190

http://dx.doi.org/10.5209/ARTE.54138

 

Resumen: 

Volvemos a los orígenes de la cuestión del trauma en Psicoanálisis para revisar las condiciones en que 

surgieron las formulaciones que tanto peso tuvieron. Y los efectos que aún a día de hoy seguimos 

padeciendo ya que la actualidad reactiva todos los fantasmas con la abrumadora aparición de casos de abusos 

sexuales infantiles. 

 

La complicidad social que no termina de visibilizar, condenar y prevenir una lacra para la que apenas 

hay mención en las noticias de delitos. El artículo se propone revisitar el concepto de trauma desde una 

perspectiva actual integrando aportes de la neurociencia, la psicopatología del desarrollo y la neurobiología interpersonal. Y vincularlo a nuevos abordajes terapéuticos que permiten desbloquear esos fragmentos de recuerdos deconectados tan “siniestros” para el psiquismo para que alguna forma de integración sea posible.

 

Palabras clave: 

Trauma; Abusos sexuales infantiles; Nuevos aportes.

 

 Trauma and Art (I):

 

Abstract. We return to the origins of the issue of trauma in psychoanalysis to check the conditions in which 

the formulations emerged that much weight tuvieron.Y the effects even today continue to  suffer because 

now all the ghosts reactive with the overwhelming appearance of cases of child sexual abuse. Social 

complicity that fails visible, condemn and prevent a scourge for which there is little mention in the news 

of crime. The article proposes to revisit the concept of trauma from a current perspective integrating 

contributions of neuroscience, developmental psychopathology and interpersonal neurobiology. 

And link it to new therapeutic approaches that allow unlock those disconnected fragments of memories 

looking for some way of integration possible.

 

Keywords: 

Trauma; Child sexual abuse; New contributions.

 

Sumario. 1. A modo de introducción; 2. El arte como terapia; 3. Referencias bibliográficas.

 

1. A modo de introducción

 

La cuestión del trauma en psicoanálisis es un tema “radioactivo”. Quema, genera efectos de largo alcance, promueve polémicas y reaparece inesperadamente. 

Paradójicamente (¿o no?) encierra un pasado traumático ya que sus primeras conceptualizaciones sobre 

la histeria en 1896 habían llevado a Freud a formular la teoría de la seducción 1 centrada en que la etiología 

de la histeria estaba vinculada a los efectos nocivos de experiencias sexuales infantiles de abuso. 

Explicación, la de la etiología  sexual, que ponía de manifiesto la calidad traumática de esos sucesos. 

Lo que se creía olvidado, como tantas experiencias de la infancia, permanecía aletargado. 

El trauma, bajo la forma de síntomas histéricos: disfonía, parálisis, cojera, dolores en diferentes articulaciones, desmayos, mareos, etc. eran la manifestación de un recuerdo reprimido como tal, pero potente en 

su actividad psíquica. 

En un segundo momento, cuando una nueva escena reactivaba el recuerdo de esas tempranas experiencias de seducción afloraba un síntoma histérico con la cualidad de sustituto de ese recuerdo.

 

El escenario donde todo esto sucedía era, Viena, y su … fin de siècle. Mucho se ha escrito sobre los motivos 

del cambio en la teoría, ya que se trató de un verdadero giro copernicano. La idea de que los abusos habían 

ocurrido realmente fue recusada a favor de que eran fantasías, producto del mundo interno de las histéricas. Reproduciendo en ese sentido la opinión de la clase médica en general, las histéricas eran

mentirosa, fabulaban y podían inventar cualquier tipo de coartadas para justificar sus síntomas.

 

La recepción de su conferencia en la Sociedad Psiquiátrica fue desfavorable, por decirlo tibiamente. 

Freud la describe en su carta a Fliess “como un recibimiento muy frío por parte de esos burros” 

(Masson, 1984)3 , sintiéndose marginado y descalificado.

 

La transformación habilitó el desarrollo de conceptos primordiales en el psicoanálisis: el de realidad 

psíquica, la condición originaria y estructurante de la sexualidad infantil y la configuración edípica, 

el carácter traumático de la  intensidad incestuoso infantiles que el paso del tiempo nos devuelve como un boomerang. La clase médica hostil, tener que lidiar con que algunos de los padres o  parientes de sus propias pacientes eran los abusadores, el temor de no seguir recibiendo pacientes cuando sus hipótesis trascendieran…

un contexto turbio e incómodo, deben, a mi juicio, haber sido determinantes a la hora de la reformulación.

 

1  […] en la base de todo caso de histeria se encuentran una o varias vivencias reproducibles por el trabajo   analítico, no obstante que el intervalo pueda alcanzar decenios de experiencia sexual prematura, y 

pertenecientes a la tempranísima niñez. 

 

Estimo que esta es una revelación importante, el descubrimiento de un caput Nili de la neuropatología 

[…]Freud, Sigmund (1896). «II». La etiología de la histeria: Obras Completas, Vol. III (9ª. edición). Buenos Aires: Amorrotu, 1996. p. 202. 2     ibidem

 

3 Jeffrey Masson,El asalto a la verdad: la renuncia de Freud a la teoría de la seducción, 1984. 

 carta No. 139, 21  de septiembre de 1897.

 

1.1. El retorno de lo reprimido

 

En el 2016, nos vemos abocadas a volver a considerar como “aquellas lluvias trajeron éstos lodos”.

El abandono de la teoría de la seducción, trajo consecuencias nefastas en cuanto a desplazar la cuestión 

del abuso sexual infantil del epicentro de la psicopatología.

 

Resulta difícil no pensar que todo el conocimiento desplegado, los estudios y debates, las investigaciones académicas que han generado otros conceptos como el complejo de Edipo, el narcisismo, las consecuencias psíquicas de las diferencias anatómicas, e infinidad de títulos “sesudos”, debería haber dado prioridad a un tema tan presente en todas las épocas.

 Si hubiese generado una mayor resonancia en nuestra cultura sobre el peligro de los abusos sexuales 

infantiles, y debiera haber generado una potente alerta acompañado  del peso de una sanción social 

extrema sobre los perpetradores.

 Nos hemos pasado más de un siglo dando vueltas en torno al falo, en cualquiera de sus vertientes 

“epistémicas”…mientras millones de niñas y niños estaban siendo abusados.

 

Tanta teorización en torno al padre como ley, a su función de garantía de interdicción, de corte, etc. etc… 

como si el peligro temido viniese como no, de la mano (sic) de las pérfidas madres…cuando la realidad 

no deja de apabullarnos con los datos sobre la responsabilidad de padres, los biológicos y los así llamados 

porque la religión así los denomina, abuelos, tíos, padrastros, o sea: hombres.

 

Nuestra complicidad (en tanto psicoanalistas) con los peligros del abandono de la teoría de la seducción favoreció que la disociación como mecanismo de defensa, se haya disparado exponencialmente.

 

Cito a J.C.Volnovich:

 

Si la intervención de Freud en el siglo XX se jugó con la publicación del libro de los sueños y los tres 

ensayos para una teoría sexual; si el siglo XX nació conmovido por el escándalo que provocó la 

sexualidad infantil, el siglo XXI vuelve a movilizarse ante el escándalo de la sexualidad infantil. 

Sólo que, esta vez, la sexualidad infantil acusa su presencia travestida de “abuso sexual”. Y no me refiero 

 solamente a la literalidad del abuso (adultos que tienen relaciones sexuales con niños y con niñas, 

pornografía o prostitución infantil) sino al abuso perpetrado sobre el cuerpo de los niños por los medios de comunicación , las publicidades que inundan la ciudad, el Poder Judicial que para salvarlos los condena, 

en el mejor de los casos, al lugar de víctimas, los expertos que psicologizan el delito, el maltrato periodístico 

del abuso que se regodea  en lo escabroso, y a otras formas subliminales de violencia que, por naturalizadas, 

 se vuelven invisibles…

 

Porque el caso es que Freud no hizo nacer a la sexualidad infantil de un repollo ni supuso que la trajo la 

cigüeña. La sexualidad  infantil se instaló en la huella que dejó abierta la teoría de la seducción. 

Fue necesario que la teoría de la seducción caducara para poder acceder al Complejo de Edipo, 

al concepto de trauma como posterioridad retroactiva. En última instancia,  la  sexualidad  infantil 

como  concepto  teórico  desplegado  a partir de la renuncia a la teoría de la seducción significó un salto 

cualitativo, un progreso enorme para aquello que comenzó, entonces, a teorizarse como el “mundo interno”. 

Pero, también -¡cómo ignorarlo!- pagó el precio de volver a invisibilizar el abuso sexual realmente cometido 

y a incentizar a los perpetradores. Cuando Freud afirma que los relatos de abusos sexuales que poblaban su consulta eran producto de los deseos incestuosos de sus pacientes y no de acontecimientos reales, abre 

el camino a un campo inexplorado de investigación -la sexualidad perverso-polimorfa y la represión-, 

al tiempo que concede todo lo demás a los valores patriarcales dominantes. (Volnovich, 2005)

 Escribo éste artículo cuando ya ha “corrido mucha agua bajo el puente”. Hemos ampliado, haciendo mucho 

más exhaustiva la conceptualización sobre todo lo que puede convertirse en el desencadenante del trauma. 

El libro Trauma y cuerpo de  Pat Odgen,  Minton, K., Pain, C. (2009) nos ha proporcionado un material valiosísimo.

 Ya sabemos que la mayoría de los traumas tienen lugar dentro del contexto de las relaciones interpersonales, l

o que implica que el trauma incluye violaciones de los límites (personales), pérdida de la acción autónoma 

y de la propia capacidad de regulación. Cito:

 

“La esencia de la traumatización es la indefensión más absoluta combinada con el abandono por parte de los cuidadores supuestamente protectores. (Ogden, 2009).

 

Pero también la realidad sigue “aportando” infinitas causas, las guerras, los desplazamientos de millones 

de personas buscando un refugio, a los que paradójicamente se intenta llamar refugiados. Los golpes militares 

y la lacra de desaparecidos, asesinatos de todo tipo y condición, la crueldad desplegada en las torturas, 

las masacres, y un terriblemente infinito etcétera. Y en un epígrafe particular toda la parafernalia desplegada específicamente contra las mujeres, por  el hecho de serlo: las violaciones, diferentes tipos de mutilaciones, 

los matrimonios y embarazos forzados, la trata de mujeres…Un estremecedor imaginario de vulnerabilidad 

para despertar todos nuestros fantasmas de inseguridad. 

 

La naturaleza recordándonos su potencia ilimitada, los terremotos, inundaciones, tsunamis, huracanes…los ejemplos serían inacabables. Una fuerza poderosísima frente a nuestro frágil psiquismo. Una lucha 

desigual en la que literalmente se nos va la vida, la salud, la tranquilidad, el bienestar…la posibilidad de 

confiar en nuestra capacidad de sobrevivir, de autoregularnos…

4 Volnovich, J.C. Para releer a Freud: cien años de los Tres Ensayos para una teoría sexual Topía.

5 Presentación de Trauma y cuerpo. Odgen, P., Minton, K., Pain, C. (2009).

Bilbao; Ed. Desclée de Brouwer en el Taller de Psicoterapia con orientación de género.

 

1.2. Sobre la Disociación

 

Uno de los aportes más lúcidos al tema del trauma, lo hizo en 1932 6 Sandor Ferenczi que había explicado

 cómo la “identificación con el agresor”, puede ser  una respuesta frente a los traumas. Y revisitando éste 

concepto, Jay Frankel escribió un artículo que siempre me ha parecido un prodigio de claridad y síntesis. 

Escribe sobre los efectos del trauma:

 

“La resultante en el psiquismo es que, desbordado por el temor a una amenaza que vive como ineludible, 

transforma su conducta, incluso sus pensamientos, percepciones y emociones.

«He aquí el concepto de Ferenczi: explorando los recuerdos tempranos de sus pacientes adultos que sufrieron abusos siendo niños, Ferenczi (1933) halló evidencias de que los niños que son aterrorizados por adultos que 

están fuera de control, se someterán como autómatas a la voluntad del agresor para adivinar cada uno de 

sus deseos y gratificarlos; completamente olvidados de sí mismos, se identifican con el agresor… 

 La personalidad débil y poco desarrollada reacciona al displacer súbito no con defensas, sino con 

una identificación guiada por la ansiedad y por introyección del agresor o persona amenazante» (pp. 162-163, 

el pasaje completo figura en cursiva en el original – sic -). 

 El niño «deviene uno» (p.165) con el atacante». (Frankel, 2002, p.2). 

 …El objetivo es “hacer desaparecer” el propio self, dejar de ser quien se es   para poder desempeñar el 

papel que el otro, la figura  que representa algún tipo de autoridad temida, espera que seamos, incluyendo este aspecto que tanto daño psíquico puede producir:  la introyección de los sentimientos de culpa.

 

Ferenczi describe así tres movimientos propios de este proceso de respuesta a la agresión

 

– En un primer momento, por miedo (angustia persecutoria) sobreviene

 

– En 2º término, a partir del sometimiento hay un esfuerzo por tratar de “adivinar” los deseos del agresor, 

lo que podría considerarse una hipervigilancia selectiva para  garantizar la propia supervivencia y

 

– En 3º lugar ya aparece la falsificación del “sí mismo”, para protegerse a través de la sumisión 

y la complacencia. Lo cual queda explicado como:

 «la autoconciencia es un gran peligro, por eso puede ser más fácil erigir una barrera contra la percepción o el conocimiento de algo que prevenirse a uno mismo para no decir algo que se sabe. El resultado es que 

la persona traumatizada construye una narrativa privada de su vida que deja fuera algunas cosas y 

exagera otras…. La disociación y la identificación con el agresor trabajan juntas, coordinadas, sosteniéndose mutuamente… En el momento del trauma, la  disociación vacía la mente de la propia experiencia, incluyendo percepciones, pensamientos y la sensación de vulnerabilidad… la disociación de la experiencia emocional 

puede desempeñar dos funciones: primero, nos aleja de la insoportable vivencia del dolor o del miedo; 

segundo nos ayuda en nuestra adaptación aislando selectivamente sólo aquellos sentimientos que 

pudieran ser una amenaza en la situación inmediata si fueran expresados».

 

Todo queda magistralmente descrito. Nos ofrece una lectura detallada del escenario. Explica paso a paso 

como puede entenderse el efecto traumático de ésta identificación en las personas que han sufridos 

malos tratos y/o abusos sexuales en la niñez.

 Esa suplantación de su propia percepción por la del agresor, una hiperadaptación para garantizar la 

supervivencia al precio de la anulación de la conexión, de la pérdida de confianza en sus impresiones para 

adoptar las del depredador.

 

Fue un trabajo pionero. Esclarecedor, que iluminó un contexto poco explorado. Mucho antes de que las nuevas disciplinas:

 

– Neurociencias: y cómo el cerebro soporta los procesos mentales

 

– Psicopatología del desarrollo: y el estudio del impacto de las emociones negativas en el desarrollo de la mente y del cerebro

 – Neurobiología interpersonal: y cómo influye nuestro comportamiento en las emociones, la biología y la mentalidad de la gente que nos rodea lo terminaran de ratificar, a través de pruebas empíricas.

 

Por eso Van der Kolk insistirá sobre la necesidad de considerar que el trauma “no es solo un acontecimiento 

que se produjo en algún momento del pasado; también es la huella dejada por una experiencia en la mente, el cerebro y el cuerpo. Éstas huellas tienen consecuencias permanentes sobre el modo en que el organismo 

humano logra sobrevivir en el presente. El trauma genera una reorganización fundamental del manejo de las 

 percepciones por parte de la mente y el cerebro. Cambia no solo cómo y en qué pensamos, sino también 

nuestra propia capacidad de pensar.” (pág.23).

 

Las investigaciones realizadas sobre la biología de los recuerdos traumáticos nos permiten entender 

tanto mejor y por ende buscar otros recursos para poder enfrentar el reto del abordaje terapéutico.

 

La lacra de la violencia contra lasujeres nos llevó a tener que profundizar en el tema de las consecuencias que acarreaba sobre su psiquismo. 

 

A investigar sobre indefensión aprendida o sea la incapacidad de intentar respuestas de defensa, 

básicamente luchar o escapar, útiles.

 A la reacción de bloqueo, como una manera de rendirse al miedo que las  inunda.

 

Por eso también nos resultó de un valor inestimable saber que las personas traumatizadas siguen secretando grandes cantidades de la hormona del estrés mucho tiempo después del peligro real, porque el sistema de 

alerta está deteriorado y siguen activas las señales de lucha, huida o paralización, lo que daña 

considerablemente el sistema inmunológico. Aclara Van der Kolk:

 

“Mi experiencia con los veteranos de guerra me había sensibilizado tanto ante el impacto del trauma que ahora escuchaba de un modo muy distinto a los pacientes deprimidos y con ansiedad que me contaban sus 

historias de abusos sexuales y violencia familiar. En especial, me sorprendía la cantidad de pacientes 

femeninas frecuente en Estados Unidos, y que solo ocurría a una de cada millón de mujeres. 

 

Teniendo en cuenta que solo había unos cien millones de mujeres en aquella época viviendo en Estados 

Unidos, me preguntaba como cuarenta y siete,  casi la mitad,  se las había apañado para encontrar mi 

consulta en el sótano del hospital. Además, los manuales decían ‘Existe poco consenso sobre el papel 

del incesto padre-hija como fuente de una psicopatología subsiguiente grave’. Mis pacientes con historias de 

incestos estaban lejos de no sufrir una «psicopatología subsiguiente«: estaban profundamente deprimidas, 

confusas y a menudo incurrían en comportamientos extrañamente autolesivos, como cortarse con hojas 

de afeitar. Los libros seguían prácticamente respaldando el incesto, explicando ‘que ésta actividad incestuosa 

reduce la posibilidad de sufrir psicosis por parte del sujeto y permite un mejor ajuste al mundo exterior’.

 

En realidad, sin embargo resultaba que el incesto tenía unos efectos devastadores en el bienestar 

de las mujeres.

 En muchos sentidos, estas pacientes no eran tan diferentes de los veteranos que acababa de dejar atrás 

en la clínica de la VA. 

 También tenían pesadillas y flashbacks. También alternaban entre ataques ocasionales de rabia 

explosiva y largos períodos de desconexión emocional. 

 La mayoría de ellas había tenido muchos problemas de relación con los demás y les costaba 

mantener relaciones serias.

 

 Ferenczi, S. (1932). The Clinical Diary of Sándor Ferenczi, ed. J. Dupont. (trans. M. Balint & N. Z. Jackson). 

 

Cambridge, MA: Harvard University Press, 1988. Citado en Frankel, J. Explorando el concepto de Ferenczi  de identificación con el agresor. Su rol en el trauma, la vida cotidiana y la relación terapéutica. Aperturas Psicoanalíticas, 11, 2002 (www.aperturas.org)

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Problems and Methods of Psycho-Analysis, ed. M. Balint (trans. E. Mosbacher). London: Karnac Books

 Frankel, J. Explorando el concepto de Ferenczi de identificación con el agresor. Su rol en el trauma, 

la vida cotidiana y la relación terapéutica. Aperturas Psicoanalíticas, 11, 2002 (www.aperturas.org)

 Levinton Dolman, N. Arteterapia 11, 2016: 355-363

Van der Kolk, Bessel (2016) EL CUERPO LLEVA LA CUENTA: CEREBRO, MENTE Y CUERPO EN LA 

SUPERACION DEL TRAUMA. ELEFTHERIA. ISBN 9788494408403

 

2. El arte como terapia

 La búsqueda de otros dispositivos terapéuticos fue abriéndose camino.

Afortunadamente el momento actual nos ofrece otras alternativas para posibilitar “el procesamiento 

a través del cuerpo, de los recuerdos implícitos y los efectos neurobiológicos del trauma. Basándose en el 

desarrollo y contribuciones de la neurociencia, el estudio del trauma y la disociación y la teoría del apego, 

la terapia  sensoriomotriz  sitúa  la  experiencia  corporal,  como  el  elemento  central desde donde abordar 

el trauma. A diferencia de las psicoterapias tradicionales, que tratan de recuperar “la historia olvidada” y 

procesar la experiencia de forma “descendente”, es decir, de arriba a abajo, desde las cogniciones y emociones 

hasta las vivencias corporales, la terapia sensoriomotriz propone una intervención inversa, ” ascendente”, 

esto es, a través de la autoobservación y el trabajo con el cuerpo, provocar un cambio significativo en los pensamientos, emociones, sistemas de creencias y pautas de acción fijas asociados al padecimiento 

de una experiencia traumática.”

También programas específicos de danza, de teatro, de formas de expresión a través del movimiento. 

El arteterapia buscando poner en palabras, en arcilla, en colores, en un pentagrama, en una coreografía ese 

resto de un dolor que permanece… tal vez aún no representado. ¿Es la herida?, 

 

¿El miembro ausente?

Conseguir transformar a partir de la reminiscencia dolorosa, ¿o sería mejor decir con ella?, de esos fragmentos dislocados e incongrun objeto con toda la polisemia que el concepto ofrece que favorezca algún tipo de alivio, literalmente, un aligeramiento de la carga o peso.

 Encontrar un medio, un enlace entre una textura y una sensibilidad que encuentra el material adecuado para canalizar allí algo de su miedo.

 Una técnica que provee de un medio para que emerja una vía de facilitación a una emoción que no

 puede ponerse en palabras, a una contractura congelada en el cuerpo que obliga a repetir un movimiento 

doloroso, a una desconfianza que no se identifica como tal.

 

Crear un habitat donde la yema de los dedos, puedan ser la oportunidad de salir de ese particular 

infierno personal. Un ecosistema personal e intransferible donde un dibujo, un poema, una performance 

consigan horadar la médula de lo que no se termina de recordar ni de olvidar.

Querría finalizar con Margaret Atwood, que consigue traducir en éste poema, exactamente esa posibilidad 

en que el arte, en éste caso a través de las palabras tiende un puente para que un dolor pueda ser escuchado.

 

Luna nueva

La oscuridad espera desde cualquier ocasión que surja; como la pena que siempre está disponible

Ésta es sólo un modelo,

el modelo en el que hay estrellas

sobre las hojas, brillantes como clavos de acero e incontables y sin que se las haga caso.

Caminamos juntos sobre hojas muertas

húmedas en la luna nueva

entre las rocas nocturnas amenazadoras que serían de un gris rosado

a la luz del día, roídas y suavizadas

por el musgo y los helechos, que serían verdes en el olor mohoso a levadura fresca

de árboles que enraízan, la tierra devuelve lo mismo a lo mismo,

y cojo tu mano, que tiene el aspecto que tendría una mano si de veras existieras.

Deseo mostrarte la oscuridad que tanto temes.

Confía en mí. Esta oscuridad

es un lugar al que puedes entrar y sentirte tan seguro como en cualquier otra parte; 

puedes poner un pie delante del otro

y creer a los lados de tus ojos.

Memorízalo. Lo sabrás

de nuevo cuando te corresponda.

Cuando la apariencia de las cosas te haya abandonado, todavía tendrás esta oscuridad.

Algo propio que puedes llevar contigo. Hemos llegado al borde:

el lago entrega su silencio;

en la noche exterior hay un búho cantando, como una polilla

en la oreja, desde la costa lejana que es invisible.

El lago, vasto y sin dimensiones, repite todo, las estrellas,

las piedras, a sí mismo, incluso la oscuridad en la que puedes caminar

hasta que se convierta en luz. Margaret Atwood (1984)

 

3. Referencias bibliográficas

 

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Volnovich, J.C. Para releer a Freud: cien años de los Tres Ensayos para una teoría sexual.

 

Revista Topía.