Arteterapia y GEMMA Máster Erasmus Mundus en Estudios de las Mujeres y de Género

Este espacio está destinado con un fin informativo sobre Arteterapia, Creatividad, Multisensorialidad, Trauma y Arte desde una perspectiva feminista. A lo largo del escrito podrán acceder a diferentes fuente bibliográficas de información validadas por la literatura.
Arteterapia y fibromialgia: lenguajes del cuerpo
Araceli GUIOTE GONZÁLEZ
RESUMEN:
El texto pretende ofrecer una parte de un estudio de investigación, realizado a través de la Universidad de Ciencias de la Educación y Bellas Artes de Granada, sobre una intervención en Arte terapia mediante un estudio de caso, de una mujer, afectada por fibromialgia. Para ello, presentaré en primer lugar, un breve resumen sobre el significado de la fibromialgia. En segundo lugar, expondré el encuadre de los talleres de Arteterapia y en tercer lugar, ilustraré un análisis arteterapéutico del proceso de la intervención del estudio de caso. En el comentario analítico del proceso creativo de la participante, incluiré referencias contrastadas con la literatura reciente, sobre psicoterapias creativas aplicadas a personas que han sufrido dolencias crónicas a través del cuerpo.
Palabras clave: Fibromialgia, Arte terapia, cuerpos, somatización, psicoterapias creativas.
https://revistas.ucm.es/index.php/ARTE/article/viewFile/37088/35893
Arteterapia y Fibromialgia: Las Resistencias del Dolor
Araceli Guiote González
RESUMEN
En este texto, voy a exponer un estudio de caso de una mujer, que sufre de fibromialgia. Forma parte de un proceso de investigación doctoral, en el cual intervienen diferentes instituciones: la Universidad de Ciencias de Educación y Bellas Artes de Granada; Universidad Complutense de Madrid y The Goldsmiths College. La finalidad de la metodología del estudio de caso en este proyecto, es construir estudios de casos con orientación teórica psicoanalítica, que nos permitan entender mejor el síndrome de la fibromailgia y por tanto posibilitar mediante la investigación una mayor eficacia de su tratamiento desde el arteterapia. Así mismo, el objetivo de este artículo, es posibilitar nuevas aperturas de pensamiento, por el cual, poder entender desde enfoques nuevos y poco explorados hasta el momento, un estado de enfermedad que si bien hasta hoy día nada se puede decir a ciencia cierta, sí se puede reflexionar sobre procesos de formación psíquicos que no son únicos en la fibromialgia, sino que, también pueden ser encontrados, la clínica psicosomática y género Palabras clave: Fibromialgia, Cuerpo, Resistencias, Límites, Somatización, Dolor.
http://revistas.ucm.es/index.php/ARTE/article/viewFile/40774/39082
Arteterapia y Mujer: el cuerpo confrontado con su dolor
Araceli Guiote González
RESUMEN:
En esta conferencia, se abordará desde los enfoques: teoría feminista del arteterapia, género, la clínica psicosomática y el psicoanálisis, estados de malestar que conciernen específicamente al género. Se explorará cómo el hecho de ser mujer es determinante para sufrir procesos de somatizaciones, dolor crónico, enfermedades psicosomáticas y funcionales. Se presenta reflexiones sobre estudios de casos, de mujeres que sufre de fibromialgia y sintomatología afines a otras enfermedades en relación al dolor corporal. El análisis de su estudio se caracterizará por intentar comprender desde el arteterapia dichos estados de enfermedad, más allá de su diagnóstico. Tiene como objetivos: promover la creación de representaciones creativas desde la experiencia del dolor y recoger conocimientos narrativos para relacionarlos con los paradigmas de los enfoques mencionados, y por consiguiente, poder construir estudios de casos con orientación teórica. Se pretende con ello, contribuir a la creación de un cuerpo teórico en la disciplina del arteterapia validado, mediante la investigación; y analizar la importancia del género como determinante de la salud a nivel individual y poblacional, para una efectiva intervención desde el arteterapia. La metodología de los “estudios de casos”. (Yin, 2009: 18) permite llevar a cabo: “una investigación empírica que investiga un fenómeno contemporáneo en profundidad y dentro de su contexto de vida real, especialmente cuando los límites entre el fenómeno y el contexto no son claramente evidentes”. Para (Flybjerg, B, 2004) el estudio de caso produce el tipo de conocimiento procedente del contexto que investiga y permite desarrollar conocimientos virtuosos o crear expertos en la materia, desde reglas extraídas y basadas en los participantes. Se va a presentar con mayor detenimiento un estudio de caso que sufre el síndrome de fibromalgia y colon irritable, y problemas estomacales. Este material forma parte de una fundamentación teórica basada en la práctica arteterapeutica, de una investigación doctoral con mención Europea. En la investigación interviene diferentes universidades como: Universidad de Ciencias de la Educación de Granada; Universidad Complutense de Madrid y Goldsmith College (Londres).
http://congresos.um.es/isasat/isasat2/paper/viewFile/28391/13181
Arteterapia como acompañamiento para la construcción y empoderamiento de la subjetividad femenina
Araceli Guiote González
RESUMEN:
Los estudios de subjetividad femenina plantean que la mujer es susceptible de sufrir trastornos psicosomáticos y estados de enfermedad como consecuencia de un modo de sociabilización “normalizado” (valores, creencias, asunciones…), que impide la construcción de los deseos propios y una inhibición del yo, dando lugar a “estados de subjetividad subordinados”. En este espacio se va a exponer por un lado, la aplicación del arteterapia para el tratamiento de mujeres que sufren el síndrome de fibromialgia. Por otro lado, se va a invitar al lector a reflexionar sobre la relación entre acontecimientos traumáticos en la novela familiar del sujeto, la incorporación de los valores dominantes sobre la mujer y el malestar psíquico a través de la expresión creativa. Mediante el recorrido ilustrativo de la producción artística de un estudio de caso, se va a mostrar el arteterpia desde la multifuncionalidad por la que se puede caracterizar, siendo algunas de ellas: la posibilidad del arteterapia como acompañamiento para la creación y la transformación de conflictos emocionales, y la construcción y empoderamiento de la subjetividad femenina. Este estudio forma parte de un proceso doctoral con mención internacional, actualmente financiado por el consorcio para investigadores de la Unión Europea, proyecto EDEN y entre las universidades participantes se encuentran: Granada, Madrid, Londres, e Israel.
Palabras clave: Mandatos de género, dolor, arteterapia, subjetividad femenina, empoderamiento.
https://core.ac.uk/download/pdf/38817099.pdf
Arteterapia y subjetividad femenina: construyendo un collage
Raquel García Casasola y Eva Santos Sánchez.
RESUMEN
Este texto es el resultado de una investigación que ahonda, desde la teoría y la práctica, en el valor que tanto los procesos creativos como las imágenes plásticas surgidas en un espacio arteterapéutico pueden aportar a un grupo psicoterapéutico de mujeres. Para apoyar la resolución de los conflictos en este grupo se enlazan las teorías de arteterapia, la psicoterapia dinámica y la perspectiva de género. Se muestra cómo se han planteado estas relaciones a través de la exposición de tres casos clínicos que son ejemplos de los procesos psíquicos observados.
Palabras clave: Arteterapia, subjetividad femenina, psicoterapia dinámica, grupo terapéutico
revistas.ucm.es/index.php/ARTE/article/download/37086/35891
ART THERAPY AND MULTI-INTEGRATION SENSORIAL:
Applications of Art therapy in the social and
educational field. The body and the brain are immersed in a continuous interactive dance.
The thoughts that are implemented in the brain can induce emotional states in the body, while the body
can change the landscape of the brain and, in this way, the substrate that sustains the thoughts.
(Antonio Damasio).
Araceli Guiote González y Ana Moreno Pueyo (05-05-2018).
INTRODUCTION:
The discipline of Art Therapy is a recognized and incorporated profession within the socio-sanitary system
with a long history in different parts of the world, such as England, Israel, France, the United States,
Canada and other countries.
Artistic activity, by integrating the different dimensions of the human being (cognitive, affective, social, etc.)
is an important instrument in the development of strategies and resources that adapt to the real needs
of society. We observe more and more that their therapeutic results act as prevention and improvement in
different social devices.
Because of the inherent value for inclusion and social integration offered by this therapeutic model, we base
the great utility of Art Therapy within multidisciplinary teams. It is especially powerful in areas where verbal
language is insufficient; numerous experiences currently being carried out indicate that Art Therapy
constitutes a form of coadjuvant work of great value. Likewise, art in education and for the community can be
a way of social inclusion, by helping human development both emotionally and cognitively.
Through this training, we will value the possible applications of Art Therapy in the social and educational
fields, as transferable and correctly reproducible tools for professionals who are not dedicated to the field
of Art Therapy.
GENERAL OBJECTIVES AND RESULTS:
• Experience and understand the potentials and benefits of Art Therapy through practical workshops within
a group framework. • Acquire knowledge in techniques, proposals and resources in the field of Art Therapy
to apply within the respective work settings (social or educational).
• Open new possibilities in the accompaniment process.
• Activate the senses through the creative process in Art Therapy.
• Understand the different actions based on art with an aim of social integration.
• Acquire knowledge through Art Therapy to attend the human being in all facets: physical, psychic, social,
and emotional.
• Open new ways of self-knowledge and personal development, with both verbal and non-verbal languages.
• Open new possibilities of strategies of information, both verbal and non-verbal.
• Activate senses through the creative process in Art Therapy.
• To acquire knowledge about projects based on art, Art-Action and Art Therapy.
Inform on how the use of creativity makes us active subjects with capacity for awareness and transformation.
METHODOLOGY:
It is a methodology characterized by a process of experiential, relational learning, within a group setting,
where go from practice to theory. The development process is aimed at students so they can learn by
experiencing a simile of a frame of Art Therapy and the different parts of the development of a session so
they can assess the adaptations each circumstance requires. The workshops will be structured in four phases:
-Introduction. -Explanation of the proposal. -Creative process. -Group exposition of the creative experience.
-The material exposed by the participants will be related to the theorization in Art Therapy.
This is explained below.
CREATIVITY:
ART THERAPY KEYS: CREATIVITY, CREATING PROCESS, PLAY:
As expressed by López and Martínez (2006) in their book Art therapy, the key elements of Art therapy are:
creativity, the creative process, and playing. If we look for the definition of the dictionary of the Real Academia
in Spain the term creativity means create, creation. Also, the definition of creation is: “Action to give existence
to a thing from nothing”.
In 1950 Guilford, gives a speech entitled «Creativity» in the American Psychological Association, where he
introduces the concept of creativity for the first time. Since then, a multitude of works and research on the
subject have been developed. Guilford was the first to refer to creativity differentiating it from intelligence.
He formulated a theory of creativity, designed a test to evaluate it and differentiated between convergent
and divergent thinking. The convergent thinking would be that oriented to the conventional solution of
problems, while the divergent thinking is elaborated with singular, imaginative and flexible criteria, and is
related to creativity. Nowadays, there are more than 400 definitions of creativity. Perhaps the greatest
confusion comes from encompassing different terms such as creative personality, creative process,
creative product and creative context as synonyms included within the definition of creativity. The main
surprise that we have found has been to verify that the majority of authors define these terms in a very
subjective way. For this reason, and after reading a great amount of literature on the subject, several
definitions of creativity have been included in this section, understanding that they may be the most relevant.
Let’s see one by one:
According to Arieti (1993) «Creativity, the prerogative of man, can be seen as the humble human analogy of
God’s creation, but unlike him, who creates from space and time nothingness, man creates from what already
exists and is, and modifies it in unpredictable ways. Creativity is one of the main means human beings have
to get rid of the shackles not only of their conditioned responses, but also of their habitual choices.
The creative process is a way of satisfying the desire or the search for a new object or state of experience
or existence, which has a conscious and unconscious motivation». pp. 13 According to Rendón (2009)
creativity can be considered as «A capacity, and like all capacities it is a structural component of the
personality that is susceptible to be developed, has neuropsychological bases and social characteristics.
Human beings share the creative capacity and the skills that compose it; it does not matter if they are children
or adults or if it is in the field of arts, science, politics or industry. In this sense, all individuals by nature are
potentially creative, and with experience and knowledge we come to build creative products that meet criteria
of novelty, to give new solutions for ourselves or for society and to save situations that are presented to us».
To finish, we can highlight that what seems fundamental to creativity is:
«With regard to what is creativity… the most important thing is not so much to know what creativity is, but to
know how to live it, how to feel it, how to teach it. Creativity must be present in all facets of our lives, even in
those where we create least; it is a lifestyle. Promoting creativity means creating an atmosphere that promotes
the capacities of individual freedom, which makes it possible for people to build their own recognition models.»
López and Martínez (2006, pp.101).
THE CREATIVE PROCESS:
There are different theories regarding the creative process. One of the best known is that of Wallas (1926),
which divided the process into four stages, that is, preparation, incubation, lighting, and verification (cited in
Monreal, 2000). However, we will follow the theory offered by Jarreau and Paín (1995) since it is one of the
most recognized professionals within the field of Art Therapy in the division of the creative process.
These authors divide the creative process into 4 stages:
• Initial phase: It is a variable and conscious period in time in which we face the task. We face the vacuum,
and doubts and questions arise.
• Search form: It is a period of exploration, where solutions and new ways of reorganizing existing ones are
sought. There are usually conscious, preconscious and conscious processes.
• Completion of the realization:Solutions are found. We consider that the work is finished and also the duel
for what has not been achieved must be established. It is usually a more conscious process.
• Separation of the work: Stage of distancing the work and assessment of whether it can be shown to the world.
It is also a more conscious process. We must understand the meaning of a work as a product that can be plastic,
sculptural, musical, audio visual, drama, dance, writing, etc.
THE PLAY:
One of the main contributions in this field is established by Winnicott (1991), author of reference in Art Therapy
and one of the most recognized paediatricians and child psychiatrists of his time. In his theory on play and
the act of playing, he establishes that the ability to play is linked to creativity, and it is considered as an
indicator of health.
Following Torres de Beà (2012), among the functions of the play we can highlight:
1. The communication of the child with himself or herself and with the environment. It helps to build
the inner world and structure the personality.
2. Experimentation and exploration of the world around us.
3. The capacity to symbolize, accepting the needs and desires of the child, allowing him or her to be satisfied
on an imaginary level, favouring his or her maturation.
4. The elaboration of experiences through the symbolic game that allow the child to express his or her inner
world, experiences, fantasies, desires and fears, favouring the elaboration of both traumatic and
pleasurable experiences.
ART THERAPY:
HISTORY OF ART THERAPY:
In different cultures, civilizations and eras, we observe that artistic and healing activities are closely related,
the links are clear in terms of music, singing, dances, but they also occur in other artistic expressions.
It is considered that from the 40’s, a series of circumstances that favour the appearance of a new discipline,
Art Therapy, took place. This includes techniques of the arts and psychology
(López, Martínez 2006, Klein, JP, 1997, Ibero-American Forum of Art therapy, 2011).
Among the circumstances that favoured the appearance of Art Therapy, we can highlight:
1. The birth and development of psychoanalysis, with an interest in the knowledge of the unconscious.
2. The interest of some psychiatrists for the works of their patients and the psychopathological value of them.
3. The interest of artists for the artistic production of psychiatric patients, in order to investigate their productions.
4. The two world wars, with thousands of people with post-traumatic stress and other serious clinical
manifestations, who needed treatment for the suffering and who could not afford an individual and
long-term treatment.
5. Research in the pedagogical field that gives importance to play, imagination, creativity in child development.
6. The term Art Therapy, in particular thanks to Hill (1942), an artist who spent some time in a sanatorium,
and who coined the term «Art Therapy» in his book Art as an aid to illness: an experiment in occupational therapy,
to express the psycho-physical improvement obtained by being able to continue with his artistic process
in the sanatorium.
7. In 1947 Margaret Naumburg, a psychoanalyst, and one of the pioneers of Art Therapy, published
Free Art Expression of Behavior Disturbed Children as a Means of Diagnosis and Therapy, where she stated
that «The art therapy process is based on the recognition that the deepest thoughts and feelings of men,
coming from the unconscious, express in images better than in words” (Naumburg, 1958).
8. In parallel, Kramer (1958), an educational psychologist, expresses the therapeutic value of artistic
practice in itself.
9. In 1950, the first World Congress of Psychiatry was held in Paris, with the first international exhibition of
psychopathological art, with two thousand works of patients.
10. In 1961, the first issue of the American Journal of Art Therapy was published, gathering various
documents on the subject.
11. In 1969, the AATA (American Art Therapy Association) was founded in the USA.
12. In 1973, the Museum of the Images of the Unconscious was created at the National Psychiatric Centre
of Rio de Janeiro by Dr. Nise da Silveira, which brought together more than 300,000 works.
13. In 1991, the consortium of Universities «The European Consortium for Arts Therapies Education» (ECARTE)
was founded. It brings together the universities of Hertfordshire, Münster, Nijmegen and Paris, whose purpose
is to regulate the training courses in the different artistic therapies at European level. It is currently composed
of 32 members from 14 European countries, and it has been expanding all over the world.
14. In 2006, the Federation of Art Therapy Associations was created in Spain and different Master’s degrees
were consolidated in Madrid, Barcelona, Gerona, Valencia, Huelva, Seville, Bilbao and Granada. In addition,
the publication of the Art Therapy magazine Papeles de Arteterapia y Educación Artística para la Inclusión
Social is edited by the Complutense University of Madrid, and it continues to be published nowadays.
DEFINITION OF ART THERAPY:
…Art accompanies us in this journey inwards, towards our sensations, emotions… putting ourselves in contact
with ourselves and with our life history in a fairly direct way. Art can also accompany us in the journey
outward in the expansion, as a form of positive expression, as a way to liberate and transform creatively.
Our expression in this therapeutic and creative work can take any artistic medium as a channel of expression.
Montore and Moreno (2004).
Below, there are two definitions of Art Therapy chosen as the most representative and consensual
in the health, educational and social fields:
«Art therapy is a specific work path that uses the process of creation through artistic language to accompany
and facilitate psychotherapeutic processes and promote bio-psycho-social well-being, within an informed
therapeutic relationship and assent to those persons and/or group of people who require it, is based on the
therapeutic potential of artistic creation within an appropriate framework, with the aim of promoting dynamics
of transformation on personal and social training, expressive and creative development, change of subjective
position and, where appropriate, symptomatic elaboration.» (Spanish Association of Art Therapy, 2004).
Recently a multidisciplinary artist, writer, and one of the most experienced professionals in the international
university setting has defined Art Therapy as:
«…a form of Psychotherapy that uses the creative process, the artistic means; that is, the image, its
derivatives and the power of expression, which together with the notion of link, have a central significance in
the process and therapeutic relationship. The person immersed in the process of transformation responds to
the work created through a reflection and insight that increase his or her personal development, points to the
appropriation of the unconscious contents placed in visibility and, consequently, to the overcoming of
emotional conflicts of very diverse nature. In this sense, Art Therapy co-relates non-verbal artistic expression
with verbal expression and the symbolization of experience; what constitutes a true example of art-science.
A science of images the same or beyond the description of the verbal». (Malpartida, 2011).
These two definitions of art therapy relate in:
• The use of artistic mediators. The importance of the image as a way of recording emotions, memories,
pre-verbal and verbal traumatic situations recorded in the unconscious.
• Encouraging and supporting the healthy part of the person, not only from their difficulties, but also from his
or her resources and capabilities.
• Recognising the ability to transform difficulties and conflicts through the creative process.
• The use of verbal elaboration, but without being considered fundamental as in other types of
therapeutic techniques.
• The importance of the link between the professional and the user.
¿Quién es Shirin Neshat? En este video podréis conocer a una de las artistas más comentadas, analizadas
y discutidas en las últimas décadas.
METRÓPOLIS presenta un programa monográfico sobre Shirin Neshat, artista de origen iraní y residente en Nueva York.
En 1974, a los 17 años, Shirin Neshat partió de Irán para estudiar arte en Estados Unidos. Debido a la Revolución Islámica
de 1979, no pudo volver a su país natal hasta 1990. Los cambios que se habían producido allí le causaron un fuerte
impacto y la inspiraron a retomar su carrera artística. Con «Mujeres de Alá» (1994-1997), una serie de fotografías en
blanco y negro que retan los prejuicios de Occidente sobre la mujer islámica, logró el reconocimiento casi inmediato
del mundo artístico.
http://www.rtve.es/television/20100329/shirin-neshat/325756.shtml
BIBLIOGRAPHY
Risberg, J. (2000). On the neurobiology of creativity. Differences in frontal activity between high and low
creative subjects. Neuropshychologia, 38,873-885. Cordeiro, T (2017) Cuidar al cuidador que cuida.
Las terapias artísticas y creativas: un proceso de exploración emocional frente al síndrome de Burnout
en educadores sociales. Trabajo fín de Máster. ISEP, Barcelona.
Escobar, A. y Gomez-Gónzalez, B. (2006).Creatividad y función cerebral. Revista Mexicana de Neurociencia,
7, 391-399.
Gándara, J. (2007). Neurobiología del arte. Revista de Psiquiatría.com, 11 (4). Recuperado de: https://www.psiquiatria.com/revistas/index.php/psiquiatriacom/article/view/24 0 Gándara, J. (2008).
Psico-Neuro-Biología de la creatividad artística. Cuadernos de Psiquiatría Comunitaria, 8(1), 29-46.
López Fernández, M. y Martínez Díez, N. (2006). Arteterapia, conocimiento interior a través de la expresión
artística. Madrid: Tutor. López Fernández,
M. (2014). Para qué sirve el arte. Apuntes U.N.E.D Malpartida.
D. (2011). Psicoterapia psicoanalítica a través del arte. Buenos Malpartida. Psicoterapia psicoanalítica a
través del arte. Buenos Aires: Noveduc. Mc Lean, P. (1990). The triune Brain in evolution. Springer: Luxemburgo.
Marrone, M. (2001). La Teoría del apego. Un enfoque actual. Madrid: Psimática.
Moreno, A. (2015). Caso clínico: Arteterapia con niños adoptados. Un lugar para vivir. Arteterapia.
Papeles de arteterapia y educación artística para la inclusión social, 10.
Moreno, A y Montore, C.(2016). ¿Qué es arteterapia?. Apuntes asignatura Fundamentos del comportamiento
humano. Facultad Ciencias Sociales y trabajo social. Universidad de Zaragoza.
Moreno, A. (2016). Arteterapia con niños y adolescentes. Documento asignatura de psicopatología infantil.
Facultad de Ciencias humanas y de la Educación. Universidad de Huesca.
Moreno, A. (2016). Arteterapia y Educación. Documento asignatura de prevención de dificultades de
aprendizaje. Facultad de Ciencias humanas y de la Educación. Universidad de Huesca.
Naumburg, M. (1973). An Introduction to Art Therapy. New York: Columbia University.Rendón, M. (2009).
Creatividad y cerebro: bases neuropsicológicas de la creatividad. Ediciones Universidad de Salamanca,
1, 117-135.
Recuperado de: http://rca.usal.es/~revistas_trabajo/index.php/02143402/article/viewFile/8946/104
Bilbiografía sesiones:
Martínez, N. (2009). El arte como expresión: Frida Kahlo. Madrid: Eneida.
Martínez, N. (2009). El arte como reconocimiento: Ana Mendieta. Madrid: Eneida.
López, M. (2010). El arte como vínculo: Henry Moore, Käthe Kollwitz. Madrid: Eneida.
Edwards, D (2014): Art Therapy https://books.google.es/book hl=en&lr=&id=CauHAwAAQBAJ&oi=
fnd&pg=PP1&dq=assesment+art+therapy+Wood(1986)&ots=V94kYmGDHR&sig=D8vAhX_LmHuQhsi8nhTbv0TB8#v
=onepage&q=assesment%20art%20therapy%20Wood%20( 1986)&f=false
Case, C and Dalley, T (2006) The Handbook of Art Therapy (2nd Edition), London: Routledge.
Gilroy, A and McNeilly, G. (eds) (2000) The Changing Shape of Art Therapy, London: Jessica Kingsley.
Malchiodi, C.A. (ed) (2011) Handbook of Art Therapy, (2 nd Edition), New York: Guildford Press. Wood, C (ed)
2011b) Navigating Art Therapy : A therapist´s Companion, Routledge: London.
Hogan, S (2001) Healing Art: The History of Art Therapy, London: Jessica Kingsley. Kotowicz, Z (1997) R. D.
Laing and the Paths of Anti-Psychiatry, London: Routledge.
Steven, A (1986) Withmead: A Jungian Community for the Healing Arts, London: Coventure. Waller, D (1991)
Becoming a profession: The History of Art Therapy in Britain 194082, London: Routledge.
Wood, C (1997) The History of Art Therapy and psychosis (1938-1995). In K. Killick and J. Shaverien (eds),
Art, Psychotherapy and Psychosis, London: Routledge.
Malchiodi, C. A (1998) The art therapy sourcebook. New York: McGraw Hill-NTC.
-BOWLBY, J. (1985): La separación afectiva.1° reimp. en España. Barcelona: Editorial Paidós S.A.
-DALLEY, T (1984): El arte como terapia. (trad) 1987. Barcelona: Herder
-GARDNER, H. (1990): Educación Artística y desarrollo humano. 1° ed. 1994 (trad). Barcelona.
Paidós Educador.
-GARDNER, H.( 1991): La mente no escolarizada. (trad) 1993. Barcelona : Ediciones Paidós
WINNICOTT, D.W. (1971): Realidad y Juego. 1° ed.1979, 10° reimp. 2005,(trad). Barcelona: Gedisa.
-Revista Complutense: Papeles de arteterapia y educación artística para la inclusión social 175 Vol. 4/ 2009
(págs: 159-175) ISSN: 1886-6190 Sol Martínez Arteterapia con niños en edad preescolar
Ediciones Hormé S.A.E.
-http://www.psychologytoday.com/blog/the-healing-arts/201002/the-ten-coolestart-therapy-interventions
ON LINE:
López, M (2009): La intervención arteterapéutica y su metodología en el contexto español.
http://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/10794/LopezMartinez.pdf? Asylum: www.asylumonline.net/
Champernowne Trust: www.champernowne.org.uk/
WEBGRAFÍA:
Cano Abadía, Mónica (2014): Transformaciones Performativas: Agencia y Vulnerabilidad en Judith Butler.
OXIMORA. REVISTA INTERNACIONAL DE ÉTICA Y POLÍTICA.
Webgrafía:
Cano Abadía, Mónica (2014) Transformaciones performativas: agencia y vulnerabilidad en
Judith Butler. OXÍMORA REVISTA INTERNACIONAL DE ÉTICA Y POLÍTICA
revistes.ub.edu/index.php/oximora/article/download/10869/14473
(21/09/2015)
Pérez Navarro, Pablo (2010) Género y performatividad: devenires queer de la identidad
http://congresos.um.es/filosofiajoven/filosofiajoven2010/paper/viewFile/6861/6571
http://revistes.ub.edu/index.php/oximora/article/view/10869
Pérez Navarro, Pablo (2010) Género y Performatividad: devenires queer de la identidad.
http://congresos.um.es/filosofiajoven/filosofiajoven2010/paper/viewFile/6861/6571
Cano Abadía, Mónica (2014) Transformaciones performativas: agencia y vulnerabilidad en
Judith Butler. OXÍMORA REVISTA INTERNACIONAL DE ÉTICA Y POLÍTICA
revistes.ub.edu/index.php/oximora/article/download/10869/14473
(21/09/2015)
Pérez Navarro, Pablo (2010) Género y performatividad: devenires queer de la identidad
http://congresos.um.es/filosofiajoven/filosofiajoven2010/paper/viewFile/6861/6571
Cuerpo, memoria emocional y sentimiento de seguridad ¿Cuál historia «recuerda» el cuerpo?
Publicado en la revista nº026 Autor: Wolfberg, Elsa:
file:///C:/Users/Araceli/Desktop/BIBLIO%20MÁSTER%20FUNDAMENTOS/Nora%20Levinton.%20Superyó%
20Femenino,%20Memoria%20y%20Trauma/Cuerpo,%20memoria%20emocional%20y%20sentimiento%
20de%20seguridad%20¿Cuál%20historia%20recuerda%20el%20cuerpo.pdf
Resumen:
Las emociones son los conductores, a través de lo sensorial, lo visceral y lo propioceptivo, de regulaciones intercorporales en el apego en la díada madre–hijo, en los comienzos de la vida. Este vínculo de apego se
continúa en parte en el psiquismo del adulto al interiorizarse la representación del objeto regulador.
Sin embargo, la necesidad de contacto sensorial y propioceptivo es inextinguible puesto que éste es portador
de sutiles regulaciones que activan o inhiben funciones fisiológicas en improntas corporales no conscientes
que recorren los mismos circuitos que las emociones.
Esto provee cierta respuesta de por qué una pérdida puede desencadenar desregulaciones somáticas.
Cuando ese apego no fue satisfaciente, el sujeto queda librado a la repetición mecánica de sensaciones que lo calman, no lo satisfacen. Se propone la observación y utilización de las sensaciones corporales tanto del
paciente como del terapeuta, indicando trabajo corporal con los primeros, sobre todo ante una pérdida, a
efectos de re-unir lo sensoriomotor con lo biográfico.
Introducción:
Diversas investigaciones y trabajos, (Winnicott, 1975, Wolfberg, 1993), se refieren a la intersección entre los
procesos biológicos y la biografía, tratando de salvar el abismo categorial entre lo psíquico y lo somático.
Tratamos de evitar esos cuerpos sin psiquismo o esas mentes incorpóreas que flotan en la nada, producto del tabicamiento entre las disciplinas, aunque huelga reconocer que cada una de ellas tiene sus propios sistemas conceptuales que pueden entrar en relaciones de co-variancia. El camino de frontera es apasionante, allí se intersectan la fisiología y la biografía, dando seres e historias psicosomáticas singulares. Dice Freud en
“El yo y el ello” (1923) “El yo en última instancia es derivado de sensaciones corporales, principalmente
de aquellas que nacen en la superficie del cuerpo…”
Esta presentación constará de 4 partes:
1- Cuerpo, emoción y memorias. Importancia de lo propioceptivo (sensibilidad alojada en los tejidos
musculares, articulares, laberinto, etc, que intervienen en la regulación de la postura, la posición en el espacio,
etc.), lo sensorial (órganos de los sentidos) y lo visceral (vísceras y órganos) en la emoción, la memoria
emocional y en el estilo de apego.
2- Regulación de las funciones corporales en los vínculos de apego. Los trabajos de Hofer (1996) acerca
de las regulación de las funciones corporales en vínculos de apego dan cuenta de que lo propioceptivo,
lo sensorial y lo visceral conduce y produce regulaciones intercorporales en la díada madre-hijo, aportando
o no al sentimiento de seguridad, y luego se trasforma en buena parte (no del todo) en regulación
intrapsíquica vía representación en la vida adulta de la relación con el objeto regulador.
3- ¿Cómo interviene el cuerpo en la construcción del sentimiento de seguridad?
4- Necesidad de continuidad de contacto sensorial y propioceptivo en la vida adulta para sostener el
sentimiento de seguridad.
5- Abordajes no verbales: ¿cómo llegar a esas memorias que no tienen palabras?
1- Cuerpo, emoción y memorias
La mente y el cuerpo aparecen comprometidos en la emoción, que pareciera coordinar ambos.
La emoción organiza la percepción, los pensamientos, la memoria, la fisiología, la conducta y la interacción
social. Cuando una persona tiene miedo, es más fácil que codifique los estímulos como temibles o
tranquilizantes, que asocie el recuerdo de situaciones peligrosas, que tenga pensamientos intimidantes y
reacciones fisiológicas de alerta. En el sentido más elemental, las emociones organizan respuestas a
estímulos gratificantes o adversos, por ejemplo: ante una separación, un niño organiza una conducta que
desencadena una respuesta confortante de la figura cuidadora (Pally 2000).
La figura de apego modula las emociones y aquí entran factores culturales.
Por ejemplo: frente al hijo, cuando se cae y llora, madres irlandesas y madres judías evalúan de
modos diferentes ese dolor.
• Prevalentemente, la madre irlandesa le infunde valor y no se hace mucho eco del llanto.
El niño aprende a contener solo el dolor. ¿Se vuelve más seguro si comparte ese valor?
• En la madre judía, el llanto resuena de otro modo, desde otros valores, por lo cual se conduele y se aflige.
¿La seguridad de ese niño necesitará un umbral más alto para el dolor?
En 1926, Freud subraya que la forma de la descarga psicomotora en el niño
(expresión de las emociones, llanto), sirve para una función comunicativa que al comienzo no es intencional,
pero que tiene como efecto despertar en el adulto la acción específica para satisfacer la necesidad, deviniendo intencional después.
La emoción es procesada independientemente del pensamiento consciente, es no consciente en el sentido neurológico y también puede serlo en el sentido psicoanalítico.
Claparede, neurólogo, en 1911 hizo la siguiente experiencia con una paciente que tenía lesionado el
hipocampo, sede de la memoria explícita (consciente). Cada vez que veía a la paciente, tenía que volver a presentarse, puesto que ella no tenía registro de conocerlo. Un día puso una chincheta en la palma de su mano
y al saludar a la paciente, ésta retiró la mano por el dolor. A la vez siguiente, tuvo que volver a presentarse
puesto que ella no lo conocía, pero en el momento de darse la mano, ¡ella la retiró! Esto significa que aunque
no lo recordaba conscientemente (hipocampo lesionado), tenía una memoria corporal impresa en alguna parte,
inconsciente y eficaz.
Esas memorias son la procedimental y la emocional, no accesibles a la consciencia. La memoria procedimental comprende la memoria de preparación (priming memory), que reconoce los estímulos recientes y es una
función de las cortezas sensoriales, los estados de ánimo que envuelven la amígdala, la formación de nuevos
hábitos motores y cognitivos en el neoestriado y el aprendizaje de conductas motoras que dependen del
cerebelo. Según Kandel (1999), el inconsciente no reprimido se ubica en esta memoria procedimental
y esto explica la respuesta de la paciente de Claparede, que adquirió un condicionamiento no consciente.
La memoria emocional según Damasio (1994) y Nadel (1992) se procesa sobre todo en la amígdala y en la
corteza órbitofrontal, aunque hay otros centros de evaluación de estímulos con los que está interconectada.
Esquemáticamente (ver esquema 1), hay dos circuitos por los que los estímulos emocionales pueden
transitar tras su evaluación en la amígdala: pasar o no por la corteza órbitofrontal y el hipocampo.
Si toman este circuito serán conscientes, si no, serán no conscientes. Ambos envían mensajes al hipotálamo
y la base del cerebro que, a su vez, activan los cambios corporales de la emoción: respuestas endocrinas,
autónomas y conductas musculoesqueléticas. Estos cambios, a su vez, vuelven al cerebro y quedan
representados como parte de la experiencia. No se sabe aún qué estímulos van por una vía o por otra.
El hipocampo no sólo ejerce un rol en la memoria consciente, también regula la activación emocional.
Todas estas respuestas hacen al circuito emocional que incluye tanto las respuestas reflejas como los
matices de la memoria emocional.
Los cambios corporales que acompañan la emoción son los que le dan a la emoción su particular calidad.
El cerebro los percibe como sensaciones.
Lo propioceptivo está en las conductas músculo esqueléticas, la expresión facial, las entonaciones de la voz.
La memoria no declarativa, implícita (Nadel, 1992) es la memoria para aquellos aspectos de la experiencia
que no son conscientemente procesados, esto quiere decir que pueden ser almacenadas experiencias
que el sujeto no sabe que ha tenido (circuito no consciente) (por ej. plegarse a modos familiares o sociales
donde “la vida es así “ o impronta de experiencias corporales antes de la maduración del hipocampo).
Incluye:
La memoria de preparación (priming memory) para recordar palabras, sonidos, formas y tamaño, a partir de fragmentos consiste en centros perceptuales presemánticos en la corteza perceptual. Lo visual, lo auditivo,
lo táctil, etc. operan en áreas distintas y por separado. Estos primeros efectos de la preparación (priming),
pueden ser muy duraderos en el tiempo aunque hayan ocurrido una sola vez. Es una de las sedes de registro
de experiencias corporales.
La memoria emocional es el aprendizaje condicionado de respuestas emocionales, mediadas por la amígdala.
La activación de la amígdala provoca cambios en el sistema nervioso autónomo, tales como frecuencia
cardiaca, motilidad gástrica y vasodilatación, que acompañan toda emoción. Le Doux (1998) describe que los cambios de estas reacciones quedan almacenados en otra parte que los detalles fácticos del evento.
Otro autor, Schacter (1996), sugiere que la memoria implícita determina la elaboración artística y cita a una
pintora que, tras un incendio en su casa, continuó pintando por muchos años fuego, aun no conectándolo conscientemente con su experiencia.
La memoria procedimental -destrezas, hábitos y rutinas- es para las habilidades y hábitos motores,
perceptuales, y cognitivos. Reside en los ganglios de la base. En pacientes amnésicos, esta memoria
permanece.
Cada memoria es procesada en un circuito cerebral diferente y pueden estar desconectadas entre si.
En los primeros tiempos del desarrollo, la memoria explícita es escasa por la inmadurez de las conexiones
corticales del hipocampo, mientras que la memoria Implícita está bien desarrollada porque los ganglios de
la base y la amígdala lo están (Joseph, 1996). Esto sostiene la existencia de la memoria implícita de las
experiencias infantiles inconscientes, miedos, síntomas somáticos, patrones de interacción de la relación
materno-infantil.
Un ejemplo es lo que pasa en situaciones traumáticas: lo explícito se recuerda incompletamente en el
síndrome postraumático, pero quedan retenidas en la memoria emocional las sensaciones físicas y las
emociones asociadas (ej. violación en la infancia: activación posterior por alguna asociación indirecta del
recuerdo de lo ocurrido y, por otro lado y en distintos momentos, sensaciones somáticas y altas angustias,
como si ocurriera algo grave en ese momento, que no relaciona con aquel: disociación).
Hay perturbaciones de la memoria en casos de trauma:
• Emociones muy estresantes: trauma, abusos, pérdidas intensas dañan el hipocampo (más secreción de cortisol)
• Los flashbacks son esquirlas, memorias no conscientes del trauma sin localización ni ubicación
temporal en el pasado, que es función del hipocampo.
• Frente a algo conectado con lo traumático, el sujeto siente emocionalmente como si fuera presente.
• Es de gran importancia terapéutica el reanudar el circuito consciente a través de la palabra, para
recolocar en el pasado.
O sea que se imprimen en el cuerpo “recuerdos “ de experiencias corporales sin correlato semántico por
no haber podido ser consolidadas en un hipocampo insuficientemente conectado a la corteza, inmadura ésta también, o por estar disociados de la misma.
Un ejemplo desconcertante de la memoria implícita es la situación del miembro fantasma que, por lo intenso
de su inscripción en el esquema corporal, causa dolor en ausencia y además esto es necesario para que
esa persona pueda usar una prótesis, o sea tener esa memoria sensible para poder ejercer la función.
Otro ejemplo son los PAC: procedimientos auto-calmantes (Smadja 1993), que desarrollaré después.
2- Regulación de las funciones corporales en vínculos de apego
Lenguajes no verbales
Bowlby plantea que el niño indefenso mantiene con su cuidador un sistema de patrones de respuestas
emocionales y conductuales que constituyen el sistema de apego, sistema motivacional congénito, que
organiza los procesos de memoria del niño y lo lleva a buscar la proximidad con la madre. La respuesta
parental puede reforzar estados emocionales positivos y atenuar los negativos dando protección, y esta
experiencia se codifica en las memorias procedimental y emocional como expectativa de ayuda que le da al
niño sentimiento de seguridad.
En los 2 ó 3 primeros años es en estas memorias que esto se sostiene.
La explícita declarativa se desarrolla más tarde, no hay represión ni amnesia, hay no maduración aún.
¿Qué pasa en los vínculos de apego (Bowlby 1990) con las emociones?
En el apego priman las conductas no verbales: lo gestual, la mímica, la prosodia vocal, o sea el tono,
la cualidad, el ritmo del habla, la postura, es decir los elementos músculoesqueléticos y viscerales de la emoción.
Entonces, el apego no es sólo un mecanismo psicológico, es también un fenómeno biológico.
Lo interactivo se traduce en patrones sensoriales. Según los estudios de Hofer (1996), el apego acarrea
respuestas fisiológicas de distress a la separación, de confort en el encuentro y
resulta del entonamiento materno a las necesidades afectivas y biológicas del bebé. Hay una homeostasis supraindividual porque madre y bebé se regulan recíprocamente. En los mamíferos, los factores maternos específicos que regulan funciones del bebé son la leche que regula la frecuencia cardiaca, el contacto táctil
(lamer, pegar) que regula la temperatura y el nivel de actividad, la estimulación vestibular a través del
acunamiento que regula la conducta motriz normal y la adaptación emocional.
En la separación, la termorregulación, la frecuencia cardiaca y el nivel de actividad en el bebé disminuyen,
también, el crecimiento y el sueño (Hofer 1996).
Schore menciona investigaciones que dan cuenta que, en el contacto, el cuerpo de la madre sostiene la
regulación del sistema inmunitario del niño y sus fallas se relacionan con fallas en la relación de apego.
Las madres también se desregulan en la separación: Brazelton y Cramer(1991) mostraron que madres que retomaron sus trabajos dentro del año posterior al nacimiento de su bebé, tuvieron niveles más altos de
disfunciones fisiológicas que las madres que podían quedarse con sus bebés. Además, los hijos de las
primeras tenían una más alta incidencia de infecciones en su infancia.
Se une el apego con las regulaciones biológicas de la relación madre hijo dando un modelo psicobiológico
de las relación cuerpo- mente-entorno.
Hofer (1996) plantea que en las díadas adultas hay también una regulación recíproca de funciones.
Cuando un consorte muere, además de la tristeza en la postura y rostro, puede haber desregulación de
sistemas biológicos tales como el cardiovascular, inmune y endocrino, dejando al otro consorte mas
susceptible de enfermar o morir.
O sea, habría interacciones corporales “escondidas” que se cortan y desencadenan fenómenos no sólo
afectivos sino también corporales. La separación está mediada, entre otros elementos, por los receptores a la
BDZ (benzodiacepinas) en la amígdala, y las endorfinas median los efectos del encuentro y apego, pero es
de suponer que la memoria emocional implícita opera como testigo de lo que no hay y exacerbando la falta.
La deprivación de contacto corporal aun en el adulto puede tener efectos como los arriba mencionados,
cuyas vías se están estudiando intensamente. Un ejemplo son los estudios del Touch Research Institute en
Miami (USA) que prueban que las caricias activan el sistema inmunológico, que como es sabido por la PNIE (psiconeuroinmunoendocrinología) (Bonet y Lucchina 1995), tiene conexiones con el sistema nervioso y el
sistema endocrino vía neurotrasmisores, citoquinas y hormonas entrecruzadas en red.
Hoy en día estas nociones se usan terapéuticamente en el tratamiento en bebés con retrasos de crecimiento.
Se ha visto que acariciando a menudo a los bebés (Kuhn 1991) estos tienen un 50% más de crecimiento
corporal y de diámetro craneal que un grupo control de bebés con cuidados estándar. También para el
tratamiento del estrés se ha visto que es un coadyuvante en tanto reconecta al sujeto con su cuerpo,
que es el modo en que podrá regularse al tener mayor conciencia de sí.
No sólo a través del contacto directo los cuerpos generan efectos eficaces; también está el
entonamiento empático que pasa por la equiparación espontánea de las expresiones faciales, del tono y de
las conductas. Experimentos muestran que los adultos igualan espontáneamente una serie de códigos
posturales de ritmo y tono de voz (eso tiene que ver con lo propioceptivo) con lo cual reproducen dentro
de sí estados semejantes: eso es el entonamiento empático del cuerpo y sus posturas y se procesan en la
misma zona del cerebro: corteza órbitofrontal y amígdala, que la memoria emocional y la memoria procedural.
Lo que los hallazgos neurocientíficos de Damasio (1994) aportan es que la comunicación no verbal puede
jugar un papel tan importante como la comunicación verbal, influyéndose recíprocamente a través de claves
no verbales de emoción, en sensaciones corporales, imágenes, pensamientos, conductas: expresiones
faciales, gestos, posturas, y cambios autónomos como por ejemplo rubor, boca seca, palpitaciones, etc.
Pensemos en los lectores de caras, esos descifradores de códigos potentes donde una ceja levantada o
un rictus provoca en el sujeto una respuesta de miedo o de cólera, con acidez gástrica por ejemplo, según el significado que tenga para él ese vínculo. Por otra parte, están las escuchas de los matices de voz: basta una entonación un poco más fuerte, o más rápida, o más grave, aunque el contenido no se correlacione, para
que un hijo pueda saber que su padre está violento y tener taquicardia.
Ni hablemos del silencio.
Esto también ocurre en la relación analista-paciente y, como diría Searles (1986), que se dedicó a observar
sus sensaciones corporales y las de sus pacientes, esto son datos de vital importancia y las neurociencias nos
aportan el conocimiento del papel desempeñado por el cuerpo en la interacción.
La pregunta central es: ¿cómo las sensaciones de contacto corporal y de regulación de funciones de las
épocas tempranas, devienen memoria corporal y luego se incorporan en forma de representaciones mentales,
que determinan las respuestas adultas? Las representaciones mentales son aquello del objeto que se
inscribe en sistemas mnésicos y se hace pensable. La representación de palabra es el resultado de la
asociación de una imagen verbal y una imagen mnésica que gracias a eso puede adquirir la cualidad
específica de conciencia.
¿Cómo se trasforma el mapa corporal, con sus sensaciones e improntas fisiológicas, en un partícipe de la biografía?
Por otra parte, ¿es completa la transformación de la necesidad de contacto corporal con todos los desencadenamientos sutiles e inadvertidos de efectos fisiológicos, en representaciones?
¿O debemos legalizar que siempre necesitamos el aporte del contacto con un otro?
¿Son las representaciones la cumbre de la evolución psíquica o esa cumbre debe ser compartida con la
capacidad de procurarse cercanía con otros seres?
Una respuesta que intenta Hofer (1996) es hablar de la memoria de las primeras interacciones que luego
cambian de nivel en la regulación: desde el nivel de lo sensoriomotor a un nivel cognitivo superior de
respuestas adquiridas, predisposiciones, expectativas y trazas mnésicas cercanas al modelo del mundo
representacional. Aquí pareciera que ambas memorias -declarativa e implícita- se articulan y aparecen los
contenidos semánticos de la memoria explícita. Esto se adquiere por aprendizajes asociativos entre las
interacciones reguladoras tales como la alimentación, calor, y los patrones olfativos, auditivos, y visuales
que se convierten en señales que evocan a la madre y despiertan la expectativa de encontrar ciertas
interacciones conductuales posteriores y sus consecuencias neurobiológicas semejantes.
Con la experiencia, estas expectativas se convierten en esperanzas y memorias que resultan en apego a representaciones de objeto.
Bowlby describe que si hay separaciones prolongadas la desesperanza reemplaza a la protesta.
“El estrés temprano en la vida producido por la separación del infante de su madre produce una reacción
en éste que es almacenada primero en la memoria procedural, el único sistema bien diferenciado con que
cuenta el niño en los comienzos de su vida” (Eric Kandel 1999).
En el humano se activa el eje HHA (hipotálamo-hipofiso-adrenal), tal vez por un aumento del CRF
(factor de liberación cortical) en hipotálamo por el estrés. A raíz de éste aumentan los glucocorticoides
que lesionan el hipocampo y, por ende, provocan daños a la memoria consciente, quedando la experiencia inconsciente. Algo semejante ocurre en la depresión.
Efectos duraderos
La hipersecreción de CRF en los comienzos de la vida da una vulnerabilidad posterior a la ansiedad y
depresión ya que se modifica la expresión génica. (Cuando se inyecta CRF en el sistema nervioso de mamíferos, tienen síntomas semejantes a la depresión: pérdida de apetito, del sueño, de libido, etc.).
Los cambios perdurables en las funciones mentales implican una alteración en la expresión de los genes,
cambios en el patrón de conexiones entre neuronas y/o crecimiento o disminución de las conexiones
sinápticas que, por consiguiente, producen cambios en el cerebro.
Tanto los psicofármacos como los cambios en las representaciones internas inconscientes en los
pacientes en tratamiento psicoterapéutico son beneficiosos aun sin alcanzar la consciencia, ya que operan
a través de mejorar los estados emocionales y se imprimen en la memoria procedimental y emocional.
El hecho de que ante la pérdida de objeto haya respuestas no sólo afectivas y fisiológicas (cambios en el
apetito, la menstruación, el sueño) sino que también puedan derivar en afecciones inmunológicas,
cardiovasculares o endocrinas, da idea de la relación entre la regulación biológica y las representación
del objeto perdido y de que esa transformación no fue completa, quedó la literalidad del contacto como algo imprescindible sin el cual en el duelo hay un escape en más y en menos de las regulaciones, algunas
funciones se inhiben, otras se disparan.
3- ¿Cómo interviene el cuerpo en la construcción del sentimiento de seguridad?
-Lo sensorial y lo propioceptivo que dan noticia al sujeto de su estar en sí, son la base del sentimiento
yoico del ser y forman parte de la construcción del sentimiento de seguridad.
Si a esto se suma: a) la expectativa de ayuda, consuelo y protección satisfecha, que da sensación de ser
querido, acompañado de un lenguaje no verbal de la figura de apego, coherente y afectivo;
b) el funcionamiento de la homeostasis supracorporal por contacto y entonamiento empático de la
figura de apego con las necesidades fisiológicas y afectivas del niño, y cómo toma la madre las respuestas
de éste, aportan seguridad si hay una adecuada modulación de lo emocional;
c) un acunamiento satisfaciente, no calmante, se va logrando la necesidad de contacto y entonamiento
empático a lo largo de la vida, y entonces se sostendrá el sentimiento de seguridad, también relacionado con
la salud corporal.
Un ejemplo de fallas en este camino de trasformar el contacto primario en otros caminos, son los
procedimientos autocalmantes (PAC) (Smadjá (1993); Schwecz (1995), búsqueda de movimientos
(sensibilidad propioceptiva), actividades y percepciones sensoriales a modo de autoacunamiento que
la memoria implícital conservó y que repite en situaciones de desvalimiento y/o angustia.
¿Qué pasa cuando experiencias primarias quedan impresas de tal modo en el nivel propioceptivo y sensorial
que no cuajan en un sentimiento de seguridad de sí? ¿Qué pasa cuando el otro humano no imprime en ese
período primero su impronta cálida y satisfaciente y lo hace de un modo mecánico y hostil?
Fain (1971) lo describe bien en las experiencias de acunamiento satisfaciente que, si son amorosas y
empáticas, proporcionan al sujeto la base profunda para sentirse a cubierto de vivencias de desamparo
y desborde; y, si son distantes, mecánicas y calmantes dejan al sujeto en estado de eterno buscador
de estímulos para proveerse de algo que no sabe que busca y que le es imprescindible para su sentimiento
de sí. El acunamiento estimula la función vestibular y, junto con la sensibilidad propioceptiva, contribuye al
equilibrio y al sentimiento de sí.
Calmar no es satisfacer, son dos sintonías distintas y abren dos caminos también distintos: la respuesta satisfaciente conduce a incorporar una representación vincular de sostén; la respuesta calmante conduce a movimientos mecánicos de descarga. Esos son los PAC: caminar hasta el cansancio, manejar rápido,
escuchar música hasta el aturdimiento, aporrear el piano en vez de hacer música…
Todos tenemos PAC: garabatear durante una conversación telefónica, hacer gimnasia para aliviar algún pesar,
etc.
Con los PAC, el sujeto muestra que no puede apelar a registros simbólicos, mnésicos y afectivos de
vínculos con otras personas, vuelve a la cita de ese mecimiento y esa prosodia
sin afecto ni semantización que se ancló en sus primeros archivos, esa memoria procedimental.
Smadja(1993) y Schwecz (1995) lo describen como movimientos de defensa repetitivos, motores o
propioceptivo-sensoriales frente a vivencias traumáticas de desvalimiento, que denotan el fracaso de
representarse psíquicamente la presencia de un objeto consolador y auxiliador. Si bien esto es cierto,
yo diría que el fracaso también está en no poder buscar un objeto real que ayude, consuele y abrace.
Fracaso de una función materna que no pudo auspiciar en ese niño la instauración del juego del carretel,
ese juego por el cual el niño puede reproducir la ausencia-presencia sin comprometer su equipamiento corporal
para salir del infierno de la ausencia.
Ese bebé desamparado que fue, sigue estando atemporalmente en el cuerpo del adulto, alojado en alguna
parcela de la memoria emocional inconsciente, con el recurso de lo motriz que no pudo trasformar en juego y
contacto.
4- Necesidad de continuidad del contacto sensorial y propioceptivo en la vida adulta
Los ejemplos de la necesidad de contacto los da el objeto transicional, cuya materialidad sensorial
Winnicott (1975) no dejó de subrayar, aunque describe un tránsito desde el objeto regulador concreto hasta su
incorporación como función psíquica. Lo que sucede es que no solamente queda reemplazado por el juego
y luego por los otros elementos transicionales; el contacto corporal continúa de distintas maneras y el
sujeto regula de otros modos también su angustia de separación, pero siempre contacto mediante.
Otros ejemplos son la espontánea adhesión de muchas personas a vivir con animales, hecho que también
se usa terapéuticamente. Otras personas, en especial las que viven solas, van a la peluquería, a masajes,
a que alguien las toque. Quiero decir, no sólo son pulsiones narcisistas o erógenas las que se satisfacen,
también están imbricadas las de autoconservación. Las pulsiones de autoconservación quedaron incluidas
en las pulsiones libidinales y no debiéramos desintrincarlas en nuestras concepciones teóricas.
Los analistas nos olvidamos a veces de las prosaicas pulsiones de autoconservación, que en nuestros
tiempos hablan el lenguaje de la PNIE (Bonet y Lucchina 1995 ) y las neurociencias, en el sentido de
la regulación interactiva de los sistemas y funciones vitales. El cuerpo, que somos nosotros,
también satisface en lo erógeno sus funciones vitales.
5- Abordajes no verbales: ¿cómo llegar a estas memorias que no tienen palabras?
¿Cómo internaliza el paciente una función regulatoria en la relación terapéutica?
¿Cuánto toma el paciente de la disponibilidad afectiva del terapeuta para construir otras nuevas
internalizaciones que le permitan manejarse mejor con sus expresiones disfóricas de afecto?
Hay muchos trabajos que dan cuenta de que las internalizaciones por parte del paciente de la benigna
influencia de las representaciones cognitivo-afectivas del terapeuta, relativamente estables, constituyen una experiencia emocional diferente, un crecimiento del self y una auto regulación autónoma.
La emergencia de estas capacidades da cuenta del desarrollo de estructura psíquica en el paciente.
Recodificar estructuras emocionales no verbales es la meta teórica del tratamiento psicoanalítico profundo, tendiendo a cambios estructurales donde se sienta al mundo de una manera diferente, no sólo
comprendiendo los impulsos sino conduciéndolos de forma diferente. Se traduciría en la reinscripción
de conexiones de corteza frontolímbica derecha, que median el alerta emocional (Schore 1994).
Es necesaria, en la contratransferencia, una disponibilidad empática, observando y captando la
comunicación no verbal y auspiciando, tanto paciente como terapeuta, la percepción sensitiva de las
sensaciones corporales, estando atentos a captar en un sueño alguna huella para, conjuntamente,
dar significado a las fallas impresas en la sensibilidad profunda y posibilitar de esta manera
la integración de lo sensoriomotor con la biografía que le corresponde, sobre todo si se descubren
experiencias traumáticas de alguna naturaleza.
No es sólo importante lo verbal , lo es igualmente la prosodia, las transacciones visoafectivas que
comunican al terapeuta con el paciente. No registrar estos signos es empobrecer el entendimiento profundo
del proceso diádico terapéutico.
El afecto inconsciente es el foco del análisis de los desórdenes emocionales primitivos.
El terapeuta entona con los estados emocionales del paciente y esto permite una alianza de trabajo en un
campo intersubjetivo en el cual los afectos positivos pueden ser inducidos y amplificados en la díada
terapéutica. Y este espejamiento permite explorar, en ese apego afectivo, el mundo interno del paciente y los
sentimientos negativos.
En personas con pérdidas y depresión estaría especialmente indicada la actividad corporal, para propiciar
el no aislamiento y el que esta persona pudiera apelar a sus seres próximos para sostener un contacto corporal
afectivo y consolador, no sólo verbal.
Consecuentemente con lo expuesto, el abordaje corporal directo sería un aporte necesario, articulado en
una tarea de interdisciplina y conexión “satisfaciente”, no “calmante”. Esto alude a una interacción profesional específica con un eutonista que también maneje técnicas de Feldenkraitz y de gimnasia consciente y tenga la habilidad de estimular la improvisación y la creatividad corporal. Sería un modelo de encuadre no habitual,
donde la información de lo vivido en la actividad corporal sería integrada en el procesamiento global de las experiencias del paciente. El modelo sería recorrer el camino nuevamente, desde lo motor a lo biográfico, procesamiento emocional mediante.
Ejemplo: Una paciente en terapia, con apego evitativo, reservada en sus sentimientos y con dificultad de
abordar planos profundos en la intimidad de sus vínculos, hizo una experiencia de eutonía y conexión
sensible con su cuerpo. A propuesta de la eutonista hizo uno de los ejercicios -doblarse sobre sí misma
en posición fetal en el suelo- y sorpresivamente le subió a la garganta un llanto incoercible que duró
horas y cuyo significado pudo descifrar recién en la sesión. Nunca hasta entonces había “sabido”
cuánto anclaje tenía en su cuerpo una experiencia de soledad y desconexión que previsiblemente ocurrió
durante el embarazo y los primeros tiempos de su vida, a raíz de la muerte de su abuela un año antes de
nacer ella. La madre tenía un intenso apego a su propia madre y quedó inconsolable. La paciente lleva el
nombre de esa abuela. Esto da la medida del duelo de la madre, de la añoranza de la paciente de lo que
no fue, del dolor de no haber podido convocar intensamente a una madre triste y en duelo.
También dio la posibilidad de cambiar en la terapia el signo de su nacimiento y abrir senderos para sus
anhelos de proximidad.
Esquema 1
BIBLIOGRAFÍA
Bonet J.L., Lucchina C. (1995) Dosier Psiconeuroinmunoendocrinología. VERTEX, 21, Vol VI: 176-227
Bowlby J. (1990) La pérdida afectiva Bs. Aires: Paidós.
Brazelton T., Cramer B (1991) The earliest relationship. London: Karnak.
Claparede E., (1911). Recognition and me-ness. En: Organization and Pathology of Thought N.Y.: Columbia University Press: p 58-75
Damasio A.R. (1994) Descartes Error. N.Y.: Putnam.
Fain M. (1971). Prelude a la vie fantasmatique , Revue Francaise de Psychoanalise, 2-3.
Freud S. Obras Completas, Standard Edition. London: The Hogarth Press.
Hofer M. (1996). On the nature of early loss. Psychosomatic Medicine, Vol. 58, 6, 570-581
Joseph, R. (1996). Neuropsychiatry, Neuropsychology and Clinical Neuroscience. Baltimore: Williams and Wilkins.
Kandel E. (1999). La biología y el futuro del psicoanálisis. Am J Psychiatry, 156: 505-524.
Kuhn CM, Schanberg SM, (1991). Stimulation in infancy and brain development. En: Psychopath and the brain. New York: Raven.
Le Doux J. (1998). The emotional brain. N.Y.: Simon &Schuster.
Nadel L. (1992). Multiple Memory Systems: what and why. J.Cog. Neurosci. 4:179-188.
Pally R. (2000) The mind-brain relationshiped. NY: Karnak.
Searles H. (1986). Mi trabajo con Pacientes Borderline Cap. 12, London: Jason Aronson, Inc.
Schacter D. (1992) Pryming and multiple memory systems: perceptual mechanisms of implicit memory. J.Cog. Neurosci. 4: 224-256.
Schore A. (1994). Affect regulation and the origin of the selfed. New Jersey: Lea.
Smadja C. (1993). A propos des procedés autocalmants du moi. Revue Francaise de Psychosomatique, 4, 9-26.
Szwec G. (1995). La utilización autocalmante del peligro y del terror, Revista de Psicoanalisis de la Asociacion Psicoanalítica de Madrid, 22, 167-187.
Winnicott D. (1975) Realidad y juego. Gedisa
Wolfberg E., Yufera P., Remondino G., Allievi A., (1993). Conceptualización psicosomática de un grupo de trabajo con enfermos autoinmunes. Premio BLEGER 1992. Claves en Psicoanálisis y Medicina, 5, 88-103.
Wolfberg E. (1996). Psiconeuroinmunología y campo psicosomático. VERTEX, 26, vol. VII.
Trauma y Arte (I)
Nora Levinton Dolman
Arteterapia. Papeles de arteterapia y educación para inclusión social ISSN: 1886-6190
http://dx.doi.org/10.5209/ARTE.54138
Resumen:
Volvemos a los orígenes de la cuestión del trauma en Psicoanálisis para revisar las condiciones en que
surgieron las formulaciones que tanto peso tuvieron. Y los efectos que aún a día de hoy seguimos
padeciendo ya que la actualidad reactiva todos los fantasmas con la abrumadora aparición de casos de abusos
sexuales infantiles.
La complicidad social que no termina de visibilizar, condenar y prevenir una lacra para la que apenas
hay mención en las noticias de delitos. El artículo se propone revisitar el concepto de trauma desde una
perspectiva actual integrando aportes de la neurociencia, la psicopatología del desarrollo y la neurobiología interpersonal. Y vincularlo a nuevos abordajes terapéuticos que permiten desbloquear esos fragmentos de recuerdos deconectados tan “siniestros” para el psiquismo para que alguna forma de integración sea posible.
Palabras clave:
Trauma; Abusos sexuales infantiles; Nuevos aportes.
Trauma and Art (I):
Abstract. We return to the origins of the issue of trauma in psychoanalysis to check the conditions in which
the formulations emerged that much weight tuvieron.Y the effects even today continue to suffer because
now all the ghosts reactive with the overwhelming appearance of cases of child sexual abuse. Social
complicity that fails visible, condemn and prevent a scourge for which there is little mention in the news
of crime. The article proposes to revisit the concept of trauma from a current perspective integrating
contributions of neuroscience, developmental psychopathology and interpersonal neurobiology.
And link it to new therapeutic approaches that allow unlock those disconnected fragments of memories
looking for some way of integration possible.
Keywords:
Trauma; Child sexual abuse; New contributions.
Sumario. 1. A modo de introducción; 2. El arte como terapia; 3. Referencias bibliográficas.
1. A modo de introducción
La cuestión del trauma en psicoanálisis es un tema “radioactivo”. Quema, genera efectos de largo alcance, promueve polémicas y reaparece inesperadamente.
Paradójicamente (¿o no?) encierra un pasado traumático ya que sus primeras conceptualizaciones sobre
la histeria en 1896 habían llevado a Freud a formular la teoría de la seducción 1 centrada en que la etiología
de la histeria estaba vinculada a los efectos nocivos de experiencias sexuales infantiles de abuso.
Explicación, la de la etiología sexual, que ponía de manifiesto la calidad traumática de esos sucesos.
Lo que se creía olvidado, como tantas experiencias de la infancia, permanecía aletargado.
El trauma, bajo la forma de síntomas histéricos: disfonía, parálisis, cojera, dolores en diferentes articulaciones, desmayos, mareos, etc. eran la manifestación de un recuerdo reprimido como tal, pero potente en
su actividad psíquica.
En un segundo momento, cuando una nueva escena reactivaba el recuerdo de esas tempranas experiencias de seducción afloraba un síntoma histérico con la cualidad de sustituto de ese recuerdo.
El escenario donde todo esto sucedía era, Viena, y su … fin de siècle. Mucho se ha escrito sobre los motivos
del cambio en la teoría, ya que se trató de un verdadero giro copernicano. La idea de que los abusos habían
ocurrido realmente fue recusada a favor de que eran fantasías, producto del mundo interno de las histéricas. Reproduciendo en ese sentido la opinión de la clase médica en general, las histéricas eran
mentirosa, fabulaban y podían inventar cualquier tipo de coartadas para justificar sus síntomas.
La recepción de su conferencia en la Sociedad Psiquiátrica fue desfavorable, por decirlo tibiamente.
Freud la describe en su carta a Fliess “como un recibimiento muy frío por parte de esos burros”
(Masson, 1984)3 , sintiéndose marginado y descalificado.
La transformación habilitó el desarrollo de conceptos primordiales en el psicoanálisis: el de realidad
psíquica, la condición originaria y estructurante de la sexualidad infantil y la configuración edípica,
el carácter traumático de la intensidad incestuoso infantiles que el paso del tiempo nos devuelve como un boomerang. La clase médica hostil, tener que lidiar con que algunos de los padres o parientes de sus propias pacientes eran los abusadores, el temor de no seguir recibiendo pacientes cuando sus hipótesis trascendieran…
un contexto turbio e incómodo, deben, a mi juicio, haber sido determinantes a la hora de la reformulación.
1 […] en la base de todo caso de histeria se encuentran una o varias vivencias reproducibles por el trabajo analítico, no obstante que el intervalo pueda alcanzar decenios de experiencia sexual prematura, y
pertenecientes a la tempranísima niñez.
Estimo que esta es una revelación importante, el descubrimiento de un caput Nili de la neuropatología
[…]Freud, Sigmund (1896). «II». La etiología de la histeria: Obras Completas, Vol. III (9ª. edición). Buenos Aires: Amorrotu, 1996. p. 202. 2 ibidem
3 Jeffrey Masson,El asalto a la verdad: la renuncia de Freud a la teoría de la seducción, 1984.
carta No. 139, 21 de septiembre de 1897.
1.1. El retorno de lo reprimido
En el 2016, nos vemos abocadas a volver a considerar como “aquellas lluvias trajeron éstos lodos”.
El abandono de la teoría de la seducción, trajo consecuencias nefastas en cuanto a desplazar la cuestión
del abuso sexual infantil del epicentro de la psicopatología.
Resulta difícil no pensar que todo el conocimiento desplegado, los estudios y debates, las investigaciones académicas que han generado otros conceptos como el complejo de Edipo, el narcisismo, las consecuencias psíquicas de las diferencias anatómicas, e infinidad de títulos “sesudos”, debería haber dado prioridad a un tema tan presente en todas las épocas.
Si hubiese generado una mayor resonancia en nuestra cultura sobre el peligro de los abusos sexuales
infantiles, y debiera haber generado una potente alerta acompañado del peso de una sanción social
extrema sobre los perpetradores.
Nos hemos pasado más de un siglo dando vueltas en torno al falo, en cualquiera de sus vertientes
“epistémicas”…mientras millones de niñas y niños estaban siendo abusados.
Tanta teorización en torno al padre como ley, a su función de garantía de interdicción, de corte, etc. etc…
como si el peligro temido viniese como no, de la mano (sic) de las pérfidas madres…cuando la realidad
no deja de apabullarnos con los datos sobre la responsabilidad de padres, los biológicos y los así llamados
porque la religión así los denomina, abuelos, tíos, padrastros, o sea: hombres.
Nuestra complicidad (en tanto psicoanalistas) con los peligros del abandono de la teoría de la seducción favoreció que la disociación como mecanismo de defensa, se haya disparado exponencialmente.
Cito a J.C.Volnovich:
Si la intervención de Freud en el siglo XX se jugó con la publicación del libro de los sueños y los tres
ensayos para una teoría sexual; si el siglo XX nació conmovido por el escándalo que provocó la
sexualidad infantil, el siglo XXI vuelve a movilizarse ante el escándalo de la sexualidad infantil.
Sólo que, esta vez, la sexualidad infantil acusa su presencia travestida de “abuso sexual”. Y no me refiero
solamente a la literalidad del abuso (adultos que tienen relaciones sexuales con niños y con niñas,
pornografía o prostitución infantil) sino al abuso perpetrado sobre el cuerpo de los niños por los medios de comunicación , las publicidades que inundan la ciudad, el Poder Judicial que para salvarlos los condena,
en el mejor de los casos, al lugar de víctimas, los expertos que psicologizan el delito, el maltrato periodístico
del abuso que se regodea en lo escabroso, y a otras formas subliminales de violencia que, por naturalizadas,
se vuelven invisibles…
Porque el caso es que Freud no hizo nacer a la sexualidad infantil de un repollo ni supuso que la trajo la
cigüeña. La sexualidad infantil se instaló en la huella que dejó abierta la teoría de la seducción.
Fue necesario que la teoría de la seducción caducara para poder acceder al Complejo de Edipo,
al concepto de trauma como posterioridad retroactiva. En última instancia, la sexualidad infantil
como concepto teórico desplegado a partir de la renuncia a la teoría de la seducción significó un salto
cualitativo, un progreso enorme para aquello que comenzó, entonces, a teorizarse como el “mundo interno”.
Pero, también -¡cómo ignorarlo!- pagó el precio de volver a invisibilizar el abuso sexual realmente cometido
y a incentizar a los perpetradores. Cuando Freud afirma que los relatos de abusos sexuales que poblaban su consulta eran producto de los deseos incestuosos de sus pacientes y no de acontecimientos reales, abre
el camino a un campo inexplorado de investigación -la sexualidad perverso-polimorfa y la represión-,
al tiempo que concede todo lo demás a los valores patriarcales dominantes. (Volnovich, 2005)
Escribo éste artículo cuando ya ha “corrido mucha agua bajo el puente”. Hemos ampliado, haciendo mucho
más exhaustiva la conceptualización sobre todo lo que puede convertirse en el desencadenante del trauma.
El libro Trauma y cuerpo de Pat Odgen, Minton, K., Pain, C. (2009) nos ha proporcionado un material valiosísimo.
Ya sabemos que la mayoría de los traumas tienen lugar dentro del contexto de las relaciones interpersonales, l
o que implica que el trauma incluye violaciones de los límites (personales), pérdida de la acción autónoma
y de la propia capacidad de regulación. Cito:
“La esencia de la traumatización es la indefensión más absoluta combinada con el abandono por parte de los cuidadores supuestamente protectores. (Ogden, 2009).
Pero también la realidad sigue “aportando” infinitas causas, las guerras, los desplazamientos de millones
de personas buscando un refugio, a los que paradójicamente se intenta llamar refugiados. Los golpes militares
y la lacra de desaparecidos, asesinatos de todo tipo y condición, la crueldad desplegada en las torturas,
las masacres, y un terriblemente infinito etcétera. Y en un epígrafe particular toda la parafernalia desplegada específicamente contra las mujeres, por el hecho de serlo: las violaciones, diferentes tipos de mutilaciones,
los matrimonios y embarazos forzados, la trata de mujeres…Un estremecedor imaginario de vulnerabilidad
para despertar todos nuestros fantasmas de inseguridad.
La naturaleza recordándonos su potencia ilimitada, los terremotos, inundaciones, tsunamis, huracanes…los ejemplos serían inacabables. Una fuerza poderosísima frente a nuestro frágil psiquismo. Una lucha
desigual en la que literalmente se nos va la vida, la salud, la tranquilidad, el bienestar…la posibilidad de
confiar en nuestra capacidad de sobrevivir, de autoregularnos…
4 Volnovich, J.C. Para releer a Freud: cien años de los Tres Ensayos para una teoría sexual Topía.
5 Presentación de Trauma y cuerpo. Odgen, P., Minton, K., Pain, C. (2009).
Bilbao; Ed. Desclée de Brouwer en el Taller de Psicoterapia con orientación de género.
1.2. Sobre la Disociación
Uno de los aportes más lúcidos al tema del trauma, lo hizo en 1932 6 Sandor Ferenczi que había explicado
cómo la “identificación con el agresor”, puede ser una respuesta frente a los traumas. Y revisitando éste
concepto, Jay Frankel escribió un artículo que siempre me ha parecido un prodigio de claridad y síntesis.
Escribe sobre los efectos del trauma:
“La resultante en el psiquismo es que, desbordado por el temor a una amenaza que vive como ineludible,
transforma su conducta, incluso sus pensamientos, percepciones y emociones.
«He aquí el concepto de Ferenczi: explorando los recuerdos tempranos de sus pacientes adultos que sufrieron abusos siendo niños, Ferenczi (1933) halló evidencias de que los niños que son aterrorizados por adultos que
están fuera de control, se someterán como autómatas a la voluntad del agresor para adivinar cada uno de
sus deseos y gratificarlos; completamente olvidados de sí mismos, se identifican con el agresor…
La personalidad débil y poco desarrollada reacciona al displacer súbito no con defensas, sino con
una identificación guiada por la ansiedad y por introyección del agresor o persona amenazante» (pp. 162-163,
el pasaje completo figura en cursiva en el original – sic -).
El niño «deviene uno» (p.165) con el atacante». (Frankel, 2002, p.2).
…El objetivo es “hacer desaparecer” el propio self, dejar de ser quien se es para poder desempeñar el
papel que el otro, la figura que representa algún tipo de autoridad temida, espera que seamos, incluyendo este aspecto que tanto daño psíquico puede producir: la introyección de los sentimientos de culpa.
Ferenczi describe así tres movimientos propios de este proceso de respuesta a la agresión
– En un primer momento, por miedo (angustia persecutoria) sobreviene
– En 2º término, a partir del sometimiento hay un esfuerzo por tratar de “adivinar” los deseos del agresor,
lo que podría considerarse una hipervigilancia selectiva para garantizar la propia supervivencia y
– En 3º lugar ya aparece la falsificación del “sí mismo”, para protegerse a través de la sumisión
y la complacencia. Lo cual queda explicado como:
«la autoconciencia es un gran peligro, por eso puede ser más fácil erigir una barrera contra la percepción o el conocimiento de algo que prevenirse a uno mismo para no decir algo que se sabe. El resultado es que
la persona traumatizada construye una narrativa privada de su vida que deja fuera algunas cosas y
exagera otras…. La disociación y la identificación con el agresor trabajan juntas, coordinadas, sosteniéndose mutuamente… En el momento del trauma, la disociación vacía la mente de la propia experiencia, incluyendo percepciones, pensamientos y la sensación de vulnerabilidad… la disociación de la experiencia emocional
puede desempeñar dos funciones: primero, nos aleja de la insoportable vivencia del dolor o del miedo;
segundo nos ayuda en nuestra adaptación aislando selectivamente sólo aquellos sentimientos que
pudieran ser una amenaza en la situación inmediata si fueran expresados».
Todo queda magistralmente descrito. Nos ofrece una lectura detallada del escenario. Explica paso a paso
como puede entenderse el efecto traumático de ésta identificación en las personas que han sufridos
malos tratos y/o abusos sexuales en la niñez.
Esa suplantación de su propia percepción por la del agresor, una hiperadaptación para garantizar la
supervivencia al precio de la anulación de la conexión, de la pérdida de confianza en sus impresiones para
adoptar las del depredador.
Fue un trabajo pionero. Esclarecedor, que iluminó un contexto poco explorado. Mucho antes de que las nuevas disciplinas:
– Neurociencias: y cómo el cerebro soporta los procesos mentales
– Psicopatología del desarrollo: y el estudio del impacto de las emociones negativas en el desarrollo de la mente y del cerebro
– Neurobiología interpersonal: y cómo influye nuestro comportamiento en las emociones, la biología y la mentalidad de la gente que nos rodea lo terminaran de ratificar, a través de pruebas empíricas.
Por eso Van der Kolk insistirá sobre la necesidad de considerar que el trauma “no es solo un acontecimiento
que se produjo en algún momento del pasado; también es la huella dejada por una experiencia en la mente, el cerebro y el cuerpo. Éstas huellas tienen consecuencias permanentes sobre el modo en que el organismo
humano logra sobrevivir en el presente. El trauma genera una reorganización fundamental del manejo de las
percepciones por parte de la mente y el cerebro. Cambia no solo cómo y en qué pensamos, sino también
nuestra propia capacidad de pensar.” (pág.23).
Las investigaciones realizadas sobre la biología de los recuerdos traumáticos nos permiten entender
tanto mejor y por ende buscar otros recursos para poder enfrentar el reto del abordaje terapéutico.
La lacra de la violencia contra lasujeres nos llevó a tener que profundizar en el tema de las consecuencias que acarreaba sobre su psiquismo.
A investigar sobre indefensión aprendida o sea la incapacidad de intentar respuestas de defensa,
básicamente luchar o escapar, útiles.
A la reacción de bloqueo, como una manera de rendirse al miedo que las inunda.
Por eso también nos resultó de un valor inestimable saber que las personas traumatizadas siguen secretando grandes cantidades de la hormona del estrés mucho tiempo después del peligro real, porque el sistema de
alerta está deteriorado y siguen activas las señales de lucha, huida o paralización, lo que daña
considerablemente el sistema inmunológico. Aclara Van der Kolk:
“Mi experiencia con los veteranos de guerra me había sensibilizado tanto ante el impacto del trauma que ahora escuchaba de un modo muy distinto a los pacientes deprimidos y con ansiedad que me contaban sus
historias de abusos sexuales y violencia familiar. En especial, me sorprendía la cantidad de pacientes
femeninas frecuente en Estados Unidos, y que solo ocurría a una de cada millón de mujeres.
Teniendo en cuenta que solo había unos cien millones de mujeres en aquella época viviendo en Estados
Unidos, me preguntaba como cuarenta y siete, casi la mitad, se las había apañado para encontrar mi
consulta en el sótano del hospital. Además, los manuales decían ‘Existe poco consenso sobre el papel
del incesto padre-hija como fuente de una psicopatología subsiguiente grave’. Mis pacientes con historias de
incestos estaban lejos de no sufrir una «psicopatología subsiguiente«: estaban profundamente deprimidas,
confusas y a menudo incurrían en comportamientos extrañamente autolesivos, como cortarse con hojas
de afeitar. Los libros seguían prácticamente respaldando el incesto, explicando ‘que ésta actividad incestuosa
reduce la posibilidad de sufrir psicosis por parte del sujeto y permite un mejor ajuste al mundo exterior’.
En realidad, sin embargo resultaba que el incesto tenía unos efectos devastadores en el bienestar
de las mujeres.
En muchos sentidos, estas pacientes no eran tan diferentes de los veteranos que acababa de dejar atrás
en la clínica de la VA.
También tenían pesadillas y flashbacks. También alternaban entre ataques ocasionales de rabia
explosiva y largos períodos de desconexión emocional.
La mayoría de ellas había tenido muchos problemas de relación con los demás y les costaba
mantener relaciones serias.
Ferenczi, S. (1932). The Clinical Diary of Sándor Ferenczi, ed. J. Dupont. (trans. M. Balint & N. Z. Jackson).
Cambridge, MA: Harvard University Press, 1988. Citado en Frankel, J. Explorando el concepto de Ferenczi de identificación con el agresor. Su rol en el trauma, la vida cotidiana y la relación terapéutica. Aperturas Psicoanalíticas, 11, 2002 (www.aperturas.org)
Ferenczi, S. (1933) Confusión of tongues between adults and the child. En: Final Contributions to the
Problems and Methods of Psycho-Analysis, ed. M. Balint (trans. E. Mosbacher). London: Karnac Books
Frankel, J. Explorando el concepto de Ferenczi de identificación con el agresor. Su rol en el trauma,
la vida cotidiana y la relación terapéutica. Aperturas Psicoanalíticas, 11, 2002 (www.aperturas.org)
Levinton Dolman, N. Arteterapia 11, 2016: 355-363
Van der Kolk, Bessel (2016) EL CUERPO LLEVA LA CUENTA: CEREBRO, MENTE Y CUERPO EN LA
SUPERACION DEL TRAUMA. ELEFTHERIA. ISBN 9788494408403
2. El arte como terapia
La búsqueda de otros dispositivos terapéuticos fue abriéndose camino.
Afortunadamente el momento actual nos ofrece otras alternativas para posibilitar “el procesamiento
a través del cuerpo, de los recuerdos implícitos y los efectos neurobiológicos del trauma. Basándose en el
desarrollo y contribuciones de la neurociencia, el estudio del trauma y la disociación y la teoría del apego,
la terapia sensoriomotriz sitúa la experiencia corporal, como el elemento central desde donde abordar
el trauma. A diferencia de las psicoterapias tradicionales, que tratan de recuperar “la historia olvidada” y
procesar la experiencia de forma “descendente”, es decir, de arriba a abajo, desde las cogniciones y emociones
hasta las vivencias corporales, la terapia sensoriomotriz propone una intervención inversa, ” ascendente”,
esto es, a través de la autoobservación y el trabajo con el cuerpo, provocar un cambio significativo en los pensamientos, emociones, sistemas de creencias y pautas de acción fijas asociados al padecimiento
de una experiencia traumática.”
También programas específicos de danza, de teatro, de formas de expresión a través del movimiento.
El arteterapia buscando poner en palabras, en arcilla, en colores, en un pentagrama, en una coreografía ese
resto de un dolor que permanece… tal vez aún no representado. ¿Es la herida?,
¿El miembro ausente?
Conseguir transformar a partir de la reminiscencia dolorosa, ¿o sería mejor decir con ella?, de esos fragmentos dislocados e incongrun objeto con toda la polisemia que el concepto ofrece que favorezca algún tipo de alivio, literalmente, un aligeramiento de la carga o peso.
Encontrar un medio, un enlace entre una textura y una sensibilidad que encuentra el material adecuado para canalizar allí algo de su miedo.
Una técnica que provee de un medio para que emerja una vía de facilitación a una emoción que no
puede ponerse en palabras, a una contractura congelada en el cuerpo que obliga a repetir un movimiento
doloroso, a una desconfianza que no se identifica como tal.
Crear un habitat donde la yema de los dedos, puedan ser la oportunidad de salir de ese particular
infierno personal. Un ecosistema personal e intransferible donde un dibujo, un poema, una performance
consigan horadar la médula de lo que no se termina de recordar ni de olvidar.
Querría finalizar con Margaret Atwood, que consigue traducir en éste poema, exactamente esa posibilidad
en que el arte, en éste caso a través de las palabras tiende un puente para que un dolor pueda ser escuchado.
Luna nueva
La oscuridad espera desde cualquier ocasión que surja; como la pena que siempre está disponible
Ésta es sólo un modelo,
el modelo en el que hay estrellas
sobre las hojas, brillantes como clavos de acero e incontables y sin que se las haga caso.
Caminamos juntos sobre hojas muertas
húmedas en la luna nueva
entre las rocas nocturnas amenazadoras que serían de un gris rosado
a la luz del día, roídas y suavizadas
por el musgo y los helechos, que serían verdes en el olor mohoso a levadura fresca
de árboles que enraízan, la tierra devuelve lo mismo a lo mismo,
y cojo tu mano, que tiene el aspecto que tendría una mano si de veras existieras.
Deseo mostrarte la oscuridad que tanto temes.
Confía en mí. Esta oscuridad
es un lugar al que puedes entrar y sentirte tan seguro como en cualquier otra parte;
puedes poner un pie delante del otro
y creer a los lados de tus ojos.
Memorízalo. Lo sabrás
de nuevo cuando te corresponda.
Cuando la apariencia de las cosas te haya abandonado, todavía tendrás esta oscuridad.
Algo propio que puedes llevar contigo. Hemos llegado al borde:
el lago entrega su silencio;
en la noche exterior hay un búho cantando, como una polilla
en la oreja, desde la costa lejana que es invisible.
El lago, vasto y sin dimensiones, repite todo, las estrellas,
las piedras, a sí mismo, incluso la oscuridad en la que puedes caminar
hasta que se convierta en luz. Margaret Atwood (1984)
3. Referencias bibliográficas
Atwood, M. Luna Nueva (Icaria, 2000). ISBN 9788474264166 Atwood, M.
Luna Nueva (Icaria, 2000). ISBN 9788474264166
Freud, Sigmund (1896). «II». La etiología de la histeria:
Obras Completas, Vol. III (9ª. edición). Buenos Aires: Amorrotu, 1996. p. 202.
Jeffrey Masson El asalto a la verdad: la renuncia de Freud a la teoría de la seducción,
1984. carta No. 139, 21 de septiembre de 1897.
Terapia Sensoriomotor. Fernando Sánchez Rodríguez. Revista Digital de Medicina Psicosomática
y Psicoterapia. S.E.M.P. y P. ISSN: 2253-749X Vol. 3 (2013) n.° 2
Van der Kolk, Bessel (2016) El cuerpo lleva la cuenta: cerebro, mente y cuerpo en la
superacion del trauma. ELEFTHERIA. ISBN 9788494408403
Volnovich, J.C. Para releer a Freud: cien años de los Tres Ensayos para una teoría sexual.
Revista Topía.
Comentarios recientes